• El Obispo de Irapuato Mons. Enrique Díaz Díaz exhortó a católicos y no católicos a participar estos días Santos en una Jornada de Oración

El llamado a vivir los días Santos de esta semana en una Jornada de Oración por la Paz y la Reconciliación, invitó el Obispo de Irapuato Mos. Enrique Díaz Díaz, al subrayar que en correspondencia el sacrificio y el cariño que “nos tiene el Señor Jesús”, sin importar ser católicos y no católicos “estos días se dejen envolver por ese amor grande de Dios”.

Entrevistado al finalizar la concelebración eucarística en honor al Señor del Hospital para conmemorar junto con los fieles salmantinos el 458 aniversario y el significado de las fiestas que están por iniciar tanto para recordar la Pasión y Muerte de Jesús, como para manifestar la fe y devoción al Cristo Negro.

En su mensaje señaló que en estos “días que (Jesús) muere por nosotros, será importante que cada uno de nosotros y cada una de las personas, católicas y no católicas, que estos días se dejen envolver en ese amor grande de Dios”.

Por la importancia de pedir al Creador para que se restituya la paz y la fraternidad en el prójimo, “invitó como ya decía al final (de la homilía al Cristo Negro) que hagamos una Jornada de Oración por la Paz y la Reconciliación, por el Amor entre nosotros”.

Destacó que la esperanza en estos tiempos de violencia, son los jóvenes que con mucha ilusión ha tenido la oportunidad de ver su participación en las diferentes actividades religiosas en las que se está trabajando en la Parroquia del Señor del Hospital, a cargo del Señor Cura Monseñor Gerardo Velázquez Solís, consideró importante seguir motivando y encausando a esos jóvenes que son los adultos del mañana.

“Es una esperanza encontrar en todas partes, que se está trabajando en las Pascuas Juveniles, estaba en el Centro Juvenil con más de 300 (jóvenes), donde estaban varios de las parroquias de Irapuato, de Valle de Santiago, es bonito y da una emoción grande, de ver tantos jóvenes y que a pesar de ser Semana Santa para muchos es nada más de distracción y prefieren vivir con este entusiasmo. Y si hacemos nuestra oración y pensamos en lo profundo de la muerte y resurrección del Señor Jesús en estos días, vamos nosotros también a contribuir en un ambiente de paz y bienestar”.