El contralor Miguel Cordero Saucedo rechazó la oferta de poseer una patrulla para que lo resguarde.
Al contrario de la presidente municipal quien eroga más de 500 mil pesos cada mes en su seguridad, el contralor que ya ha sufrido dos atentados, se solidarizó con los salmantinos y se negó a ser protegido por elementos de seguridad pública.
Después de los hechos que se suscitaron, en los que fue vulnerada su integridad física, Cordero Saucedo recibió la oferta de tener a su servicio una patrulla, así como elementos de seguridad que le cuiden.
El funcionario señaló que él es como cualquier ciudadano y no merece un trato especial, indicando que la seguridad es de todos y no solamente de los funcionarios públicos.
«Me ofrecieron que se me asignara una patrulla, lo cual yo rechacé, porque no es posible que una patrulla esté destinada a cuidar a un ciudadano cuando todos los salmantinos estamos en situación vulnerable», dijo.
El servidor pronunció que no le parece justo gozar de un beneficio mientras que todos sus conciudadanos también están expuestos a riesgos al igual que él.
«A mí solamente me queda decir que Dios me cuide, me asiste la razón y me sustenta la ley que debo de obedecer», abundó.
Miguel Cordero Saucedo, refirió que los hechos del pasado 13 de diciembre le dejaron coraje, impotencia y frustración, aunque expresó que no tiene miedo porque no debe nada.
También manifestó que quizá hay inconformidades debido a los señalamientos que ha efectuado como parte de las labores que ejecuta, e hizo hincapié que continuará realizando sus funciones de acuerdo a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El hecho que se presentó la semana pasada cuando personas desconocidas balacearon su camioneta y su casa, fue el segundo atentado en su contra, ya que se días antes colocaron un artefacto explosivo en la misma unidad, de ambos casos, afortunadamente se presentaron únicamente daños materiales, sin embargo pese a los hechos, el contralor no desea trato especial; en contraste, la alcaldesa Beatriz Hernández Cruz eroga para su seguridad por lo menos 500 mil pesos entre sus escoltas y su camioneta, adicional a lo anterior, también la acompaña una patrulla con elementos de Seguridad Pública.