Por: Valeria Guerrero Hernández.
El acoso sexual se ha convertido en un problema social muy grande que produce división entre quienes integran la sociedad, esto como consecuencia de la diferencia de vulnerabilidad que se presenta.
Según la CNDH, el acoso sexual es «cualquier comportamiento físico o verbal de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona; en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante y ofensivo»
Se considera una forma de violencia que conlleva un ejercicio abusico de poder, aunque no haya subordinación de la víctima; la coloca en un estado indefenso o de riesgo.
Desafortunadamente en Salamanca, este tipo de eventualidades van en aumento; las mujeres y chicas del municipio se sienten más inseguras al salir, pues por lo menos 3 veces al día se enfrentan a estas incómodas situaciones.
Mencionan que esto se debe a los poco valores que las personas tienen.
«Siento que como mujeres somos más vulnerables en el transporte público, cuando vas sola siempre se te quedan viendo o intentan tocarte»
– Comentó joven.
Así como existen personas que consideran que la forma de vestir influye en esto, hay quienes afirman que no tiene nada que ver, pues este tipo de actividades se llevan a cabo, no sólo por el aspecto de la persona, sino también por la falta de valores que presentan quienes lo llevan a cabo, mencionan que las mujeres deben ser respetadas independientemente de su aspecto o de las actividades laborales que realiza.
«A mi en la escuela un compañero de clase se la pasa mirándome de manera que me incomoda, esto me obliga a llevarme ropa holgada para sentirme más cómoda»
-Afirmó estudiante.
Desafortunadamente este tipo de actitudes y prácticas, van más allá y no sólo se llevan a cabo en lugares públicos, incluso en ambientes laborales y escolares, algunas mujeres salmantinas se ven afectadas por situaciones como estas.