Agenda Ambiental 2018 , Diagnóstico y Propuestas (segunda parte)
Por: Guillermo Alejandro Ramírez Carmona
En mi artículo anterior describí el tema del agua para seguir la línea de los demás presentados a “El Salmantino” como resultado de algunas relaciones logradas de organismos que deberán colaborar en la solución del problema del agua.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución pública comprometida con los desafíos nacionales, constituye no sólo el espacio más importante de investigación y docencia del país, sino también de construcción de alternativas y propuestas a estos retos.
México es un país con una enorme biodiversidad, una de las diez naciones con mayor biodiversidad biológica en el mundo. Esto constituye un privilegio y una enorme responsabilidad.
El privilegio consiste en los servicios ambientales que podemos obtener para favorecer la vida de los mexicanos y la responsabilidad que tenemos ahora es hacer los esfuerzos adicionales para conocer a fondo los aspectos básicos de la biodiversidad mexicana como la genética específica y ecosistémica, así como de su valor presente y potencial.
Este conocimiento nos permitirá la formulación de las políticas públicas que favorezcan el desarrollo sostenible del país.
México es también un país con enorme riqueza cultural, uno de cuyos elementos son los conocimientos tradicionales y locales para la administración de los recursos y sistemas naturales.
Las características de nuestra estructura legislativa en el sector ambiental nos obligan a continuar con el avance en el desarrollo de las políticas públicas.
La situación actual de los bosques de México es crítica y requiere de una propuesta política seria. La importancia de las regiones forestales en México va más allá de la limitada contribución del sector forestal al producto interno bruto; los bosques selvas y vegetación de forestal de otros tipos abarcan más del 60% del territorio del país y proporcionan el sustento a decenas de miles de familias campesinas, puesto que albergan a una enorme diversidad para poder recibir pago por los servicios ambientales (PSA).
Es numerosa la gente que no toma en cuenta el valor paisajístico el cuál no es un hecho aislado ya que irremediablemente está ligado a otras características del entorno medioambiental.
Se requiere fortalecer las funciones del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable, que permita la creación de acuerdos intersecretariales para la alineación de la intervención gubernamental.
Las ciudades de la república mexicana son un reto para el desarrollo sostenible porque la mayor parte de la población en México es urbana y la proporción aumentará en los siguientes años.
El cambio climático representa un reto porque aumenta la vulnerabilidad de las ciudades en particular en lo que se refiere a la política hídrica. Ya se dio un primer paso con el Programa Nacional Hídrico 2014 – 2018. Está pendiente el de 2019 – 2023.
La salud física y mental, la movilidad, la administración de los desechos, la calidad del aire, las zonas verdes, el transporte público, el paisaje, el uso racional de la energía, el crecimiento de la población, todo esto requiere propuestas bien cimentadas.
Para la solución de los problemas es necesario tener la visión de cuenca, de no ser así no hay forma de realizar un trabajo preciso.
La transición energética nos lleva a un nuevo paradigma en la generación y el uso de aquella. Durante la última década el mundo ha experimentado una acelerada transición energética impulsada por muy diversos factores. Además, que hay avances tecnológicos y la disminución masiva en los costos de las energías renovables como la eólica y la solar en sus dos tipos: los calentadores solares y las celdas fotoeléctricas.
El marco regulatorio para este rubro deberá acompañarse con una completa transparencia en el procesamiento, otorgamiento o negación de permisos y licencias para la explotación de los recursos no convencionales así como del fortalecimiento técnico, legal y político de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente y en la evaluación de los impactos sociales.
Las perspectivas sobre los mares y costas de México, debe considerarse como indispensable para la soberanía del país.
La ubicación geográfica de México lo posiciona de manera estratégica en el contexto mundial pues está entre los dos más grandes océanos del planeta.
Estas regiones marinas que superan en extensión la parte terrestre del país resguardan una gran riqueza natural que debe ser conservada para permitir el desarrollo responsable y el bienestar de sus pobladores sin comprometer a las generaciones futuras.
El crecimiento poblacional pesquero, la sobrepesca, el cambio climático, la acidificación de los océanos, las zonas muertas, la eutroficación y la hipoxia, la contaminación por hidrocarburos, los plásticos y microplásticos, el monitoreo e investigación científica y la arquitectura institucional y gobernanza trae aparejada una gran variedad de problemas y por consiguiente de acciones para disminuir la situación en que vive la población ribereña.
La minería, el medio ambiente y la soberanía nacional, tal como se administra actualmente obliga a establecer una nueva política pública.
La estrategia ideológica y política corporativa, de la mano de las instituciones estatales promueve un discurso dominante apologético de modernización mediante el cual se encubren las acciones del agotamiento y la contaminación de los recursos naturales y ecosistemas, el desplazamiento y el despojo a las comunidades locales, la criminalización de protestas y la privatización de los recursos como el agua, en la política pública deberán considerar las siguientes propuestas:
El presidente en turno suscribirá un compromiso para decretar la moratoria a nuevas concesiones mineras y establecer su fecha de caducidad como lo ha hecho Costa Rica,
promover cambios al artículo 27 constitucional, promover una nueva Ley Minera, y,
garantizar el acceso público a todas las acciones tomadas, hacer participar a las instituciones de educación superior y a algunos consejos, redes, al congreso, al senado y al poder judicial de los tres órdenes de gobierno, así como a los observatorios ciudadanos.
El retiro del Estado tanto en la producción agrícola como en el acopio, en la regulación de los precios y la estructura de los créditos y los subsidios, ha llevado a una polarización entre pequeños y grandes productores agrícolas, empobreciendo a los pequeños agricultores y abriendo el camino a corporaciones transnacionales agroalimentarias.
La idea de la relación entre los derechos humanos y el medioambiente actualmente está muy extendida.
En esta materia, hay que tomar en cuenta los derechos humanos en:
El ámbito internacional,
el ámbito regional, y
el ámbito nacional.
Es pertinente guiarse por los criterios de:
Disponibilidad,
accesibilidad,
sostenibilidad,
calidad, y
adaptabilidad.
De la ciudadanía organizada y consciente de sus derechos, dependerá que las autoridades estatales y los poderes privados comiencen a cumplir con aquellas obligaciones que han sido establecidas por el derecho internacional de los derechos humanos, así como por nuestra Constitución y que algunos tribunales han comenzado a proteger.
La esperanza nos será dada por la conciencia del tiempo evolutivo abierto ante nosotros si la especie no se destruye o no destruye sus oportunidades.
