El último mes del año fue el más sangriento para los agentes de seguridad en el estado de Guanajuato pues en 31 días, fueron asesinados 22 elementos. Lo que representa el 30 por ciento del total de uniformados ultimados en el 2019.
Los ataques a elementos de distintas corporaciones en la entidad incrementó un 14 por ciento si se compara el número de hechos ocurridos en 2018 con los registrados en 2019, pues el año pasado 64 agentes fueron asesinados y este año que concluye fueron 73 las personas asesinadas, de acuerdo con datos de la Fiscalía del Estado y el conteo hemerográfico de este medio.
«Eso tiene que ver por un lado con la transformación del modo en el que operan los cárteles, recordemos que hace muchos años los cárteles lo que hacían era evitar precisamente atacar directamente al estado para no llamar la atención», indicó Francisco Rivas Rodríguez, presidente del Observatorio Nacional Ciudadano.
Guanajuato se ha mantenido por dos años consecutivos en primer lugar a nivel nacional en dónde han sido asesinados más policías. En el país este 2019 se registró el incremento de un 5% en el número de funcionarios de seguridad muertos, al pasar de 421 agentes ultimados a 442.
«Tenemos más cárteles más violentos, tenemos menos capacidad policial a menos instituciones de seguridad, la Guardia Nacional está lejos de todavía ser la institución que necesitamos y aunado a eso si tenemos una deficiencia importante de recursos destinados incluso una confusión debida a la falta de una estrategia de seguridad», agregó Rivas Rodríguez.
Además de diciembre, septiembre, fue también uno de los meses donde se registraron más ataques con 10 hechos, le sigue febrero con ocho asesinatos, octubre con siete casos y julio con seis muertes de funcionarios de seguridad.
Entre los hechos más violentos se encuentra el ataque al edificio de seguridad de Villagrán donde fueron ejecutados siete policías municipales, tres de ellos murieron a balazos, mientras que el resto de los efectivos fueron encontrados al día siguiente dentro de bolsas plásticas desmembrados.
También en el municipio de Salamanca el pasado mes de septiembre cuando, cinco custodios del Centro Estatal de Readaptación Social (Cereso) de Valle de Santiago fueron asesinados cuando viajaban en una camioneta sobre la carretera que comunica a Salamanca con la comunidad de Labor de Valtierrilla.
Un grupo armado, a bordo de varios vehículos, le cerró el paso a una camioneta oficial en la que viajaban siete elementos del penal conocido como Cereso Mil, que se dirigían a custodiar a tres reos que permanecen en el Hospital General de Valle de Santiago.
Aunque este no ha sido el único ataque contra custodios de este mismo Cereso, el hecho más reciente ocurrió el 24 de diciembre de este año, cuando un comando atacó a dos elementos, a 400 metros aproximadamente de distancia del Centro de Prevención y Reinserción Social.
Los custodios viajaban a bordo de un auto sobre la carretera Valle de Santiago-Huanímaro. Las víctimas ya habían concluido su turno. En el lugar se hallaron decenas de casquillos percutidos de distintos calibres al igual que una cartulina, la cual tenía un mensaje alusivo a un grupo criminal.
María Elena Morera, presidenta de la asociación Causa en Común, declaró recientemente a este medio que uno de los factores principales en el incremento de ataques es que han crecido los crímenes en Guanajuato.
«El asesinato a los policías tiene que ver con varios factores el principal la falta de preparación de los policías que provoca que se confronten con los que no están preparados y los delincuentes los maten, otra situación también puede ser que los amenacen los delincuentes y me parece que hay un problema de una falta de coordinación entre el gobierno de Guanajuato, Michoacán y de Jalisco», indicó.
Las cifras más recientes de la Asociación Causa en Común posicionan a Guanajuato en primer lugar de agentes asesinados con 73 casos, les sigue en segundo lugar Michoacán con una diferencia de 20 hechos pues registró 40 homicidios de policías. Mientras que en Chihuahua fueron ejecutados 32 agentes, en tanto Jalisco el conteo reporta 29 funcionarios de seguridad ultimados. Guerrero y Sonora registraron 26 y 23 muertes de uniformados respectivamente.
Fuente: MILENIO
