CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Los primeros contingentes se instalan en el Zócalo. A las 11:00 de la mañana, procedentes de diferentes zonas del país, pequeños tumultos que intentan ganar espacio privilegiado en la celebración a un año de la victoria electoral.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador organizó la concentración masiva que entre “informe” simbólico no legal y festejo partidista, resuena poco después del mediodía en los acordes de ¡Morena!, el rítmico himno popularizado entre simpatizantes obradoristas por la banda de Tlaxiaco que más tarde tendrá su participación estelar

Las seis horas desde el arribo de los primeros contingentes transcurren entre incidentes para el registro:

Ambulantes que colocan cartelones auto adscribiéndose indígenas y que acusan represión cuando son retirados, manoteos por pasar primero, y el arribo de contingentes con porras, batucadas y reivindicación de consignas enaltecedoras de dirigentes sólo conocidos en sus comunidades de origen que se mezclan con la tradicional “es un honor, estar con Obrador”.