#LaJornada El gobierno federal investiga a 145 empresas factureras a quienes se les ha detectado posibles operaciones de lavado de dinero en una operación conjunta en la que participan el Servicio de Administración Tributaria, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y la Procuraduría Fiscal. La titular del SAT, Margarita Ríos Farjat, dijo que se han detectado verdaderas redes dedicadas a la defraudación fiscal.
La titular del SAT dijo que en un principio, a partir de la elaboración de un modelo de riesgo que favoreciera la investigación, se detectaron 150 empresas presuntamente factureras que emitieron documentos falsos que amparaban operaciones por 282 mil millones de pesos, a partir de lo cual se inicio la investigación a 138 de ellas, mismas que le fueron turnadas a la Unidad de Inteligencia Financiera.
Al dar a conocer detalles, el titular de la UIF, Santiago Nieto Castillo dijo que se detectó una muestra de diez de estas empresas en las cuales se identificaron transacciones irregulares de lavado de dinero que involucraron transferencias a Hong Kong y China. Al abundar en las indagatorias se identificó que las operaciones irregulares abarcaban mas de una veintena de países entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Singapur, Suiza, Uruguay, Corea del Sur, Panamá Letonia, Israel, Portugal, Taiwan y Emiratos Arabes.
Al respecto, el procurador fiscal, Carlos Romero Aranda alertó que a partir de enero entrará en vigor la nueva regulación para combatir la emisión de facturas falsas enfatizando en que la prisión preventiva está dirigida hacia dos tipos de comportamiento: cuando se detecte que está asociado a la Delincuencia Organizada y en aquellos casos en donde sistemáticamente se esté vinculado a la emisión de facturas falsas.
Durante la conferencia de prensa, Ríos Farjat informó que en un principio el SAT y la UIF elaboraron un modelo de riesgo para iniciar el análisis del comportamiento de empresas para detectar la recurrencia en el uso de facturas falsas. En dicho modelo se incluyeron empresas que hayan tenido un incremento exponencial en la facturación; incongruencias entre facturado y declarado; personas jóvenes como accionistas, entre otros factores.
Información: La Jornada/ Foto: Esmas