¿Cómo puede mantener la coherencia el aficionado al Club León? ¿Cómo puede un hombre no emocionarse ahora, luego de haber soportado año tras año y torneo tras torneo la frustración de que el equipo de su vida simplemente no encontrara el camino?
Hoy el hincha esmeralda está perdido en medio de un romance en verde y blanco. Hoy el pueblo de la Fiera está ciegamente consagrado ante once ídolos paganos que les han prometido la gloria, y que les demuestran semana a semana que están listos para derribar a cualquier iluso que ose oponer resistencia
Esta vez fueron los Santos de Torreón los que cayeron sacrificados ante la máquina de guerra que ha montado Ignacio Ambriz.. Un tres a cero contundente que demuestra que el Club León no es de este mundo. Santos parecía venir en una buena racha, y parecía tener argumentos para poder detener a la marea verdiblanca que ha inundado la Liga MX. Pero en vez de eso, los Guerreros se ahogaron en el césped del “Glorioso”, y sucumbieron ante la presión asfixiante del Bajío
Nuevamente Ángel Mena lideró al equipo, rompió el cerrojo de Santos y desató la masacre. Marcó dos nuevos goles que lo ponen en la cima de la tabla de goleo y que lo erigen como el gran referente del equipo.
Y del lado contrario Jonathan Orozco sufrió el infierno esmeralda que lo quemaba desde la puerta 5, y tuvo que tragarse el orgullo y sufrir tres goles en contra que dejaron su uniforme completamente sucio y manchado.
¿Cómo puede mantener la coherencia el aficionado al Club León? ¿Cómo puede un hombre no emocionarse ahora, luego de haber soportado año tras año y torneo tras torneo la frustración de que el equipo de su vida simplemente no encontrara el camino?
Hoy el hincha esmeralda está perdido en medio de un romance en verde y blanco. Hoy el pueblo de la Fiera está ciegamente consagrado ante once ídolos paganos que les han prometido la gloria, y que les demuestran semana a semana que están listos para derribar a cualquier iluso que ose oponer resistencia.
Esta vez fueron los Santos de Torreón los que cayeron sacrificados ante la máquina de guerra que ha montado Ignacio Ambriz.. Un tres a cero contundente que demuestra que el Club León no es de este mundo. Santos parecía venir en una buena racha, y parecía tener argumentos para poder detener a la marea verdiblanca que ha inundado la Liga MX. Pero en vez de eso, los Guerreros se ahogaron en el césped del “Glorioso”, y sucumbieron ante la presión asfixiante del Bajío.
Nuevamente Ángel Mena lideró al equipo, rompió el cerrojo de Santos y desató la masacre. Marcó dos nuevos goles que lo ponen en la cima de la tabla de goleo y que lo erigen como el gran referente del equipo.
Y del lado contrario Jonathan Orozco sufrió el infierno esmeralda que lo quemaba desde la puerta 5, y tuvo que tragarse el orgullo y sufrir tres goles en contra que dejaron su uniforme completamente sucio y manchado.
Es por eso que, en medio de este gran momento, con un León al que todo le sale bien y que suma 18 puntos de los últimos 18 disponibles, el aficionado verdiblanco debe disfrutar el éxtasis y soñar con un campeonato que todavía no está ni siquiera cerca, pero que sí se ve al alcance.
Y que sea el equipo el que se modere. Que Ambriz mantenga su discurso de humildad y precaución, y que los jugadores recuerden que no han ganado nada, y que todo este trabajo y estas victorias de poco servirán si no se mantienen hasta la liguilla.
Pero luego de tantas decepciones, luego de tantos fracasos y desaires, hoy el fanático leonés tiene la magnífica oportunidad de cerrar los ojos por un momento y soñar con un futuro brillante, con un campeonato que, jornada a jornada, se vuelve cada vez más real.