El periodista Carlos Alberto García Balandrán, corresponsal de la Jornada y director del portal de noticias Kuali, denunció la brutalidad policiaca del que fue víctima el sábado por la noche, mientras volvía de la feria de Silao junto a dos amigos suyos, con quienes había acudido a ver el concierto de Molotov que finalmente fue suspendido por la lluvia.

En el camino el conductor notó que los limpia parabrisas del automóvil en el que viajaban no estaban funcionando, por lo que se detuvo a un costado de la carretera para intentar repararlos. Una patrulla se estacionó delante de ellos y de ella bajaron un hombre y una mujer quienes se identificaron como policías y se acercaron al grupo de amigos. La mujer abrió la puerta del vehículo y le ordenó bajarse al periodista.

Sin explicar el motivo comenzó a hacerle la revisión, incluida su cartera y el contenido de sus bolsillos, mientras otros elementos hacían lo mismo con sus amigos y con el interior del vehículo, interrogándolos sobre su procedencia. En total seis patrullas rodearon el automóvil.

García Balandrán preguntó en dos ocasiones el motivo de la revisión, lo que consideró después un error de su parte, ya que los agentes se volvieron agresivos y entre insultos, lo derribaron al suelo y comenzaron a patearlo en la cara y el abdomen, con sus botas reforzadas con casco metálico interior.

«Yo a ella le insisto qué habíamos hecho y me da un argumento de estamos basados en un reglamento y le digo -bueno pues ya lo revisaremos en internet para ver que dice- y es cuando empiezan los policías a decirme que si muy cabrón, que si me siento muy chingón, me empiezan a insultar y en eso otro policía se me acerca y me dice -¿Qué? ¿Muy chingón cabrón? vamos a darnos un tiro tu y yo- Volteo, lo veo y le respondo -órale- y en eso otro policía se acerca por atrás, me derriba y en el suelo me patean en la cara y en el abdomen. Me levanto, me vuelven a poner en el vehículo y otro policia nos sigue insultando que si apoco creemos que los de Irapuato creemos que podemos venir a hacer lo que queramos a Silao. Después de eso se fueron»

Además de denunciar los hechos en sus redes sociales, el periodista puso una denuncia formal ante el Ministerio Público. Después de algunas indagatorias, supo que el motivo por el que fueron interceptados fue porque los policías se encontraban realizando un operativo intermunicipal, con participación de las corporaciones de Romita, León, Silao y las Fuerzas Policiales del Estado (Fespe)

En total fueron ocho policías los involucrados en la revisión del vehículo y sus tres ocupantes, con solo dos involucrados en la agresión contra el corresponsal de la Jornada. En el momento solo pudieron anotar los números de dos de las 6 patrullas involucradas, la 08730 y la 3712.