¡POR UN PRIMERO DE MAYO COMBATIVO CONTRA EL NEOLIBERALISMO!
Por: Alberto Reyna García
El 1 de julio de 2018, el pueblo trabajador mexicano y otros sectores progresistas decidieron echar del gobierno a los neoliberales.
Esa decisión histórica fue resultado de más de tres décadas de lucha cruenta, abnegada y no exenta de sacrificios de todo tipo, en principio de unos cuantos, de algunas organizaciones sindicales, sociales y populares; pero, ante cada intento infructuoso, el movimiento fue acumulando fuerza y experiencia hasta obtener el resultado electoral que permitió llevar a la Presidencia de la República al Lic. Andrés Manuel López Obrador, primer presidente antineoliberal, después de padecer seis administraciones de presidentes neoliberales.
Con esa victoria, el presidente López Obrador expresa que da inicio la Cuarta Transformación de la vida pública de México, como continuación de las transformaciones que ha vivido nuestro país: la Independencia, la Reforma y la que produjo el movimiento armado iniciado en 1910. En efecto, apenas es el inicio de una trasformación de enormes dimensiones y de cambios radicales en la estructura económica y social.
Pero la victoria político-electoral no significa que de ahora en adelante todo será más fácil, por el contrario, se ganó esa batalla, pero apenas inicia la movilización contra el neoliberalismo, y esta es la más complicada, ardua y difícil tarea, porque detrás de esta política depredadora, expoliadora e inhumana está no solo la burguesía mexicana sino el imperialismo extranjero, principalmente norteamericano.
Después de 36 años de haber sido gobernados por los neoliberales, de integrarse las legislaturas mayoritariamente por las fuerzas de la derecha entreguista y vende patria, condiciones ambas que permitieron rematar gran parte del patrimonio nacional, constituido por más de 1,150 empresas estatales (petrolera, eléctrica, bancarias, de ferrocarriles, teléfonos, minas, líneas aéreas, fábricas de tractores, fertilizantes, etc.);
Privatizaron la seguridad social, y parte de la educación y los servicios de salud; que endeudaron al país y que sumieron en la miseria al pueblo; que arrebataron derechos a los trabajadores de la ciudad y del campo; que impusieron la más escandalosa corrupción en los poderes públicos de todos los niveles de gobierno.
Es decir, después de más de tres décadas en que el interés privado se impuso al interés social, en que el interés extranjero se impuso al interés nacional, es necesario comprender que no será fácil revertir dichas medidas y sus nefastos y desastrosos resultados.
Además, hay que agregar que, aunque el presidente López Obrador, es antineoliberal, honesto e incorruptible, su gabinete es heterogéneo; que, aunque MORENA tiene mayoría en ambas cámaras del Congreso de la Unión, sus legisladores son también heterogéneos. Es decir, tanto en el gabinete presidencial, como dentro del Poder Legislativo, están incrustados elementos neoliberales.
Por eso, no podemos esperar de inmediato los cambios radicales que se requieren en distintas áreas de la economía y de los derechos sociales. Sin embargo, no debemos olvidar que estas decisiones dependen de la organización del pueblo y de la clase trabajadora; sobre todo de su nivel de conciencia que es necesario elevar en forma permanente.
Por esa razón, este Primero de Mayo debe ser el más combativo en muchas décadas, no sólo para ratificar las demandas de la clase asalariada en cuanto a sus derechos laborales, y para recuperar las conquistas salariales y sociales, sino para impulsar la lucha sin cuartel contra los neoliberales donde quiera que se encuentren, incluso dentro del actual gobierno y de su partido.
Nuestra tarea consiste en denunciarlos, desenmascararlos, para que no obstaculicen ni dentro ni fuera del poder público, los cambios positivos de carácter progresista en el ámbito social, del rescate de la independencia económica y la soberanía nacional.
En la medida en que el pueblo y la clase asalariada adquieran la conciencia requerida, se organicen y participen, en esa medida el presidente, López Obrador, con ese respaldo popular, podrá tomar medidas radicales contra el neoliberalismo, contra la corrupción, y contra la dependencia del extranjero.
Por ahora habrá cambios positivos importantes pero limitados, porque aún la correlación de fuerzas favorece a la burguesía y al imperialismo. En estas condiciones sería ingenuo e irresponsable exigir cambios radicales, y cualquier error o radicalización sin considerar dichas condiciones, abonaría en favor de la derecha, los neoliberales y el imperialismo.
Retomemos el ejemplo de los Mártires de Chicago, héroes de la clase trabajadora mundial, y también de nuestros mártires de Cananea y Río Blanco, que fueron los precursores de la Revolución de 1910.
Sigamos el ejemplo de los diversos sectores de la clase asalariada que se enfrentaron a los gobernantes neoliberales, como los electricistas, mineros, maestros, empleados públicos, ex braceros, campesinos, estudiantes, indígenas, y organizaciones urbano populares.
¡VIVAN LOS MÁRTIRES DE CHICAGO, CANANEA Y RÍO BLANCO!
¡VIVA LA LUCHA CONTRA LOS NEOLIBERALES, LA DERECHA Y EL IMPERIALISMO!
¡VIVA LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA DE LA CIUDAD Y DEL CAMPO!
¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!
¡TRABAJADORES DEL MUNDO, UNÍOS!
LOS TAMBORES DE LA GUERRA ESTAN SONANDO. La ultraderecha contra la izquierda . La ultraderecha son huach. de la luz CFE, Huach. del combustible PEMEX, PRI, MORENA y lo que queda del PAN en algunos Estados CONTRA la izquierda Militares , Marinos , intelectuales y gente humilde . Esta situación tan delicada apenas empieza .