No se ha cumplido ni un año desde la instalación de las nuevas luminarias en Salamanca y continúan llegando varios reportes en los que se demuestra la baja calidad de las lámparas adquiridas por Beatriz Hernández.
Hace un par de semanas, habitantes de la colonia Rinconada de la Paz evidenciaron su inconformidad por la serie de luminarias nuevas que ya no funcionan, además están molestos porque la dirección de Alumbrado Público les ha dicho en repetidas ocasiones que realizarán las reparaciones necesarias, sin embargo, desde agosto, la autoridad competente no les había dado solución específicamente a vecinos de la calle Río Laja y aunque les otorgaron el número de folio 30-936, de nada les había funcionado, hasta que después de una nota periodística, les “repararon” el alumbrado público y duró encendido menos de una semana.
“Ya habíamos hecho público que no funcionaba la lámpara, luego, después de varios meses decidieron arreglarla, a menos de una semana de que supuestamente la arreglaron, se volvió a apagar, o sea que da lo mismo”, señaló afectada.
Otros ciudadanos de la colonia Aztlán se encuentran en la misma situación sin embargo ellos aseguran que empleados municipales les advirtieron que ya no había dinero para otra reparación, a lo que ellos refutaron que fallan tanto porque se trata de “lámparas patito”.
Pues compraron caro porque están chafísimas, o sea son lámparas patito, eso es lo que compró la presidenta, lámparas chafas que no van a durar más de lo que dure su mandato, son chafas, eso sí, ya nos dijeron los del municipio que no hay billete para la compostura, chida (sic) su inversión millonaria”, agregó Christian Delgado, ciudadano.
Vecinos de varias colonias han reportado que las lámparas dejaron de iluminar calles, bulevares y colonias, sin embargo, la autoridad competente no atiende oportunamente los reportes constantes que llegan a las oficinas de la dependencia de Servicios Públicos, específicamente en Alumbrado Público.
Este medio de comunicación también ha sido testigo de los múltiples reportes, pues son varios los ciudadanos que reclaman el buen funcionamiento de la iluminación urbana y en muchos casos no les dan resolución,
Aunque los quejosos saben que la seguridad no depende de unas luminarias, están seguros que la falta de luz los deja todavía más vulnerables de lo que ya se sienten comúnmente en Salamanca.
