20/11/2020
Por: Benjamín Arredondo
Historiador salmantino
Sabemos que Salamanca fue testigo del paso de tropas de uno y otro bando durante la Revolución, que el ex Convento de San Agustín fue cuartel de carrancistas en una ocasión y, creo, de villistas en otra, de ahí que veamos hoy día algunas piezas mutiladas en los magníficos retablos, como brazos o piernas de ángeles. Se dice que algunas puertas se usaron como leña y otras barbaridades. Ese sería el episodio revolucionario en nuestra población. Sabemos que mucha gente que tuvo la posibilidad de salir de la ciudad lo hizo rumbo a Querétaro en donde había mayor seguridad. De lo documentado de los hechos tenemos lo que a continuación comparto que son menciones que el autor, Francisco Javier Gorostiza hace en su obra sobre algo ocurrido en Salamanca en tiempos de la Revolución, específicamente cuando ocurre la llamada Batalla de Celaya.
Víspera del choque de dos grandes ejércitos (p.351)
«Llegó el momento más importante de la campaña militar de la Revolución Mexicana: el enfrentamiento de los dos grandes ejércitos, el villista y el constitucionalista. Por un lado se encontraban las fuerzas al mando de Francisco Villa, que había sido factor fundamental en el triunfo contra el ejército federal y la usurpación huertista. Por el otro, el cuerpo comandado por Álvaro Obregón, quien después de ganar célebres batallas en el occidente del país, había sido hasta entonces invencible y contaba con militares de gran experiencia y prestigio. Villa estimaba las fuerzas de Obregón en doce mil elementos, en tanto que el contaba solo con ocho mil.
Villa avanza por la vía de Salamanca (p.353)
«La instrucción de Villa de marchar sobre la vía del Ferrocarril Central Mexicano, con las fuerzas de infantería de Dionisio Triana y Pedro Bracamontes, entre otros jefes. Por el blanco izquierdo, saliendo de Cerrogordo, iría la caballería de Agustín Estrada y Canuto Reyes; por la derecha, los contingentes de caballería de la brigada Morelos y Calixto Contreras. El 5 de abril de 1915, en Celaya, Obregón hizo avanzar la brigada de caballería del general Fortunato Maycotte hasta la estación Guaje a 18 kms al N. por la vía del FCM. El 6 de abril dichas fuerzas fueron atacadas, colocándolas en una situación muy comprometida. A las diez de la mañana, los villistas la tenían totalmente cercada. El general Benjamín Hill recibió instrucciones de alistar un tren para embarcar mil quinientos infantes en su auxilio. La movilización de un número mayor de elementos no era factible por la falta de trenes. El general Martín Triana recibió instrucciones de salir con sus caballerías hacia la estación. Cuando Obregón personalmente avanzó con su tren, se encontró con las fuerzas de caballería de Maycotte en plena retirada, casi envueltas por dos columnas enemigas que cargaban por los flancos. El convoy continuó avanzando y sonó el silbato para anunciar la presencia de las tropas constitucionalistas. Los villistas abandonaron entonces las posiciones que traían y se lanzaron sobre el tren, que comenzó a regresar al campamento de Celaya, y que casi fue alcanzado y rodeado.
Derrotados en Celaya, los trenes villistas retroceden a Salamanca (p.365)
«Los villlistas hicieron esfuerzos por mantener sus posiciones. Para la una de la tarde, las fuerzas carrancistas que cargaban sobre el ala derecha habían logrado desalojarlos del río Laja, abandonando su artillería y batiéndose en retirada. A las dos de la tarde el campo estaba en el poder de los defensores de la plaza. Las infanterías habían caído prisioneras, mientras las caballerías enemigas eran perseguidas. Al ver como sucumbían todas sus líneas quebrantadas por la fatiga y ya sin municiones Villa decidió que era mejor consumar la derrota. Con ayuda de los ferrocarrileros, hombres de gran pericia, los trenes se movieron de regreso a Salamanca. La persecución de los villistas se prolongó hasta las seis de la tarde, habiéndose suspendido en la estación Guaje. El general Maycotte logró franquear algunos trenes sin poder obstruir la vía, pero abrió fuego contra ellos, que llevaban soldados en los techos y estribos de los coches, causándole muchas bajas.
Vía destruida al norte de Salamanca (p.357)
«El 19 de abril, Obregón se incorporó a Salamanca por ferrocarril. En ese lugar se enteró de que el general Díeguez había ocupado Guadalajara, plaza evacuada por los villistas a consecuencia de la derrota de los mismos en Celaya. El día 20 recibió información de que el enemigo había abandonado Silao y Guanajuato. La vía estaba destruida entre Salamanca y la estación Chico, por lo que el coronel J. Lorenzo Gutiérrez fue comisionado a su reparación. El día 21 en sonorense se traslado a Irapuato con la toma de esta importante plaza los contitucionalista conquistaron un centro ferroviario de vital importancia par ala campaña militar, pues de ahí partían las líneas hacia el occidente y el norte del país. Joaquín Amaro marchó a Michoacán para amagar a los zapatistas de Toluca, distrayendo su atención para aminorar sus actividades en la línea férrea de Ometusco a Tula, que constantemente hostigaban para interrumpir las comunicaciones con Veracruz. el general Agustín Millán regresó a reforzar las tropas que vigilaban y defendían ese tramo ferroviario.
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