Interesante ejercicio democrático en Baja California
Por: Manuel De la Torre Rivera
Para decidir si se autoriza la ampliación de la capacidad de la planta cervecera Constellation Brands, en Mexicali, B.C., se organizará el 21 y 22 de marzo, una Consulta Ciudadana por la Secretaría de Gobernación que tendrá carácter vinculante, anunció el pasado 9 de marzo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En principio suena bien que se tome en consideración la opinión de los principales afectados por la decisión, los ciudadanos de Mexicali, pero no deja de ser preocupante que se fije un tiempo que luce estrecho para la decisión informada y consciente de la ciudadanía.
Presuponiendo la existencia de un estudio interdisciplinario de impacto ambiental elaborado por personal especializado que dictamina en principio la factibilidad de la actividad sustentable del nuevo proceso de la empresa cervecera y que el protocolo de revisión de los estudios de impacto considera la consulta pública como un elemento abierto a la participación ciudadana.
El dictamen debe contener las medidas de mitigación de los impactos negativos a los medios natural, económico, social y cultural, que se introducen con las nuevas instalaciones y procesos, así como las recomendaciones para atender los riesgos al acuífero y de todo tipo que de ello se deriven o la ejecución de un estudio adicional sobre este particular. Cabe señalar que Baja California (norte) tiene un índice de “estrés hídrico alto” (3.28 en escala de 1 a 5).
Toda esta información debe ser conocida por las autoridades municipales y por la ciudadanía para proceder en consecuencia en caso necesario, acción que requiere un tiempo de estudio y análisis que además se debe socializar ampliamente si se desea que la ciudadanía participe de manera informada y consciente.
El primer mandatario adelantó que previamente el gobierno federal fijará una postura con base en los datos que aporten la Conagua y las secretarías de Economía y de Medio Ambiente, además de que se instalarán mesas de información para que la población conozca pros y contras del proyecto, así como el impacto real que tendrá en esta región la operación de la planta y el consumo de agua para la gente.
El jefe del Ejecutivo anunció que Diana Álvarez, subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, será quien se encargue de organizar la consulta y establezca mesas de información para que los ciudadanos tomen una decisión.
También el ejecutivo dijo que se detallará qué afectaciones puede significar realmente en cuanto a la disponibilidad y calidad del agua, si esta afecta o no a la población, pero también se debe tomar en cuenta que la planta significa que lleguen empleos, sin olvidar que se trata del agua, un bien imprescindible, no nos podemos quedar sin agua, no puede estar el crecimiento económico por encima del bienestar del pueblo; el agua es fundamental para la vida de todas las actividades humanas.
Va a ser interesante seguir de cerca todo el proceso de consulta y sus resultados, porque en la historia cercana en el país hay muchos casos similares en donde se realizaron consultas públicas viciadas, que en lo sucesivo deberán corregirse para destrabar antiguos conflictos por el recurso más imprescindible: el agua.
