Con un aforo del 25%, ayer domingo reabrieron las puertas de los templos salmantinos después de 5 meses que permanecieron con celebraciones eucarísticas a puerta cerrada.
Desde las primeras misas se pudo observar que los fieles acudieron a esperar el ingreso ordenado en el que se solicitaba el uso de cubrebocas y de gel antibacterial.
A pesar de que en un comunicado de la Diócesis de Irapuato se dio a conocer que no se recomienda la asistencia de menores de edad, se pudo observar la presencia de padres de familia que llevaron niños a las celebraciones y fue así que después de que los templos permanecieron sin creyentes, a partir de ayer las personas pudieron ingresar para recibir la comunión y atender el mensaje católico que se emite a través de la homilía, pero en esta ocasión se realizó con nuevas medidas.
En los ingresos se han colocado filtros para tomar la temperatura, luego es obligatorio ponerse gel antibacterial y pasar por tapetes sanitizantes, el acceso se controló completamente y se cumplió con la sana distancia pues los asistentes se sentaron separados por unos cuantos metros, además se vio que todos ingresaron con cubrebocas.
Durante la celebración, los sacerdotes hacían recomendaciones a los asistentes, también utilizaron cubrebocas y reiteraron que se debe tener mucho cuidado para colaborar con los demás y evitar la propagación, también pidieron a Dios por el fin de la pandemia, por el descanso eterno de los que han muerto a consecuencia del COVID-19 y por quienes padecen la enfermedad.
El Templo del Señor del Hospital y el Templo de San Agustín permanecieron abiertos durante este domingo y los sacerdotes pidieron que se respeten en todo momento las medidas sanitarias.