ETERNA JORNADA

Los patrones sobre representados en el Congreso de la Unión van contra la 4T, con Monreal al frente. 

Por: Oscar Alzaga*

Hasta el 4 de marzo todo iba bien en la mesa de alto nivel del Senado, prevalecían los argumentos legales y los hechos que regulaban los criterios de la reforma del outcourcing. Pero el día 5, Ricardo Monreal se quitó la máscara y dijo: “Empeñé mi palabra a la Iniciativa Privada (IP)”. (La Jornada, 6-III-20); el Excélsior: “Cumplirá su palabra y aprobará la reforma acordada con el sector privado y el gobierno federal”. ¿Y los trabajadores?

Abiertamente el senador de Morena se inclinó a favor de la patronal, ni más ni menos que a favor de la responsable de la degradación del trabajo a nivel nacional y de la promotora del outsourcing. Convertido así en pieza clave de los empresarios, exhibe su verdadera postura.

La clase empresarial se organizó con todo para defender sus intereses mezquinos y retrógrados, logró una sobre representación en el Senado de 2 a 1 (por cada dos representantes patronales solo hubo uno de los trabajadores); en la Cámara de Diputados fue peor, por cada 5 patrones representados, solo uno era de trabajadores. Ésta sobrerrepresentación metió sus manos en ambas cámaras, solo estuvo limitada por el equipo del gobierno que participó en ambas cámaras, con los directivos de Hacienda, IMSS, STPS, Infonavit y otros, que denunciaron la brutalidad de violaciones que cometen los patrones con el outsourcing a 8.3 millones de trabajadores y a leyes de cada sector de gobierno.

La sobrerrepresentación empresarial es producto también de la división y atraso del sindicalismo, fomentados por los gobiernos neoliberales de 1982 a 2018, cuando los patrones en ese tiempo se dedicaron a la compra de contratos colectivos de trabajo para convertirlos en otros, de protección patronal; cuando compraron el silencio de líderes sindicales y autoridades ante el crecimiento sin freno del outsourcing y de sus ganancias, a costa de degradar derechos humanos del trabajo; cuando compraron los líderes de la CTM y CROC para apoyar la reforma laboral patronal del PRI, depositada su iniciativa el 7 de diciembre de 2017 en el Senado, en plena campaña presidencial del cándido Antonio Meade.

Estos son los empresarios a los que empeñó su palabra Monreal. Pues ésos hechos no son ajenos a los otros, todos buscan el mismo fin: el lucro y ganancia patronal a costa de la libre e irracional explotación del trabajo en la subcontratación o outsourcing, con los contratos colectivos patronales y la debilidad de los sindicatos, única defensa del trabajo.

Recordemos que en octubre pasado la Comisión de Trabajo del Senado, encabezada por Napoleón Gómez Urrutia, presentó la reforma laboral para la subcontratación; desde entonces la patronal tronó en contra, lo mismo la secretaria Luisa Alcalde y Arturo Alcalde, en el observatorio, se opusieron; en noviembre, la Comisión del Senado avanzó en la reforma, pero Monreal congeló la iniciativa; sería hasta el 15 de enero, cuando Andrés Manuel López Obrador llamó a formar un equipo de gobierno para atacar a fondo la subcontratación y las ilegalidades cometidas, como parte de la 4T; los parlamentos abiertos se realizan en ambas cámaras, el 12 de febrero en el Senado y el 15 en la de Diputados.

Ante la pobreza de los argumentos patronales y sus mentiras a medias, al afirmar que la subcontratación es universal, para taparse, omitiendo comparar los salarios de México con otros países como Canadá y Europa. O comparando la economía informal con la formal que ellos representan, pidiendo que “castiguen a los ilegales, no a los que cumplimos la Ley Laboral con la subcontratación”, sin justificar el empleo eventual, el salario mínimo y el despido arbitrario, tres derechos básicos que solo justificados son legales, pero ellos omiten eso, manipulan los derechos a su interés.

Por eso la patronal tuvo que recurrir a una “mesa de alto nivel” en el Senado, para imponer con maniobras su criterio: cumplir su palabra ante la IP. ¿Y con los trabajadores, qué compromiso señor senador? ¿Para la mayoría no tiene palabra, señor?

Y Monreal cambió la reforma del Senado. “Legaliza lo ilegal”, afirma el senador Gómez Urrutia. Monreal acude al viejo expediente de aparentar la defensa de su palabra, cuando es su vil apoyo a la patronal lo que está de fondo: entre los derechos del trabajo y los intereses patronales, para Monreal primero están los de la clase patronal, le ofrece un porvenir.

En el fondo de toda esta reforma están los intereses irreductibles del lucro y la ganancia patronal a costa del trabajo. A la vista, para la patronal no cabe una alternativa racional y legal, ni de respeto a los sindicatos, que son tratados con el tradicional soborno y subordinación, como el PRI los acostumbró y que ahora en su derrumbe arrastró a las más importantes centrales obreras y sindicatos del país.

A los trabajadores no les dan otra salida para defender sus derechos e intereses que movilizarse y presionar al Congreso de la Unión, sea el Senado y/o la Cámara de Diputados.

El llamado de AMLO del 15 de enero a combatir la ilegalidad y abusos patronales del outsourcing, como parte central de su política de la 4T, cada quien lo interpreta a su manera. Para los empresarios, más para la oligarquía, el único modelo es el de la empresa de fácil ganancia a costa de lo que sea; por supuesto, de la explotación extrema del trabajo. Su paraíso fueron las décadas del porfiriato y ahora del neoliberalismo. No la empresa responsable que planifica su desarrollo y crecimiento.

Dentro del gobierno federal y Morena se agudizan las contradicciones y diferencias. Monreal y la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México optan por un nuevo partido, mientras otros ven los compromisos de hoy a futuro, para acomodarse, debilitando las posibilidades del cambio de la 4T. Toca a los trabajadores lograr que la 4T no quede en solo un buen deseo de gobierno, únicamente ellos podrán hacer que desde abajo se conforme y fortalezca el cambio propuesto por AMLO.    

*Abogado, miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas.