Por: Karla Montenegro
Este primero de enero del 2021 es un día de orgullo para todos los salmantinos, los oriundos y los que se hicieron salmantinos de corazón porque hace 418 años con la instauración del primer Ayuntamiento se fundó nuestra bella Salamanca, una tierra de gente bondadosa, una ciudad industrial que sin duda es y será uno de los íconos de la economía y de la tradición orgullosamente mexicana.
Con una población de por lo menos 273 mil 271 habitantes, según el censo de 2015, Salamanca es un municipio guanajuatense que ha regalado al mundo magnos talentos, inolvidables héroes, espléndidas historias y grandes personas.
Salamanca, en otomí Xidoo, ‘lugar de tepetate’ se fundó originalmente un 16 de agosto de 1602, fecha en que condescendió la Merced de Fundación por parte del Virrey, Gaspar de Zúñiga y Acevedo conde de Monterrey, fue hasta el 1 de enero de 1603 en que se eligió el Primer Cabildo y a partir de ese momento esta hermosa ciudad fue reconocida por el nombre “Villa de Salamanca”.
El nombre de Salamanca se hizo popular en los periódicos nacionales e internacionales cuando en 1950, un 30 de julio se inauguró la pieza clave de la economía en esta ciudad, la Refinería Ingeniero Antonio M, Amor, pronto también se instaló la Termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad y más industria petroquímica.
Reconocemos a Salamanca por su escudo, mismo que fue realizado por el célebre salmantino y exjefe Político Pedro González, quien fue el autor de este dibujo y lo publicó en enero de 1907, después en los años 80 fue el exalcalde Carlos Muñoz Mosqueda quien le otorga el uso oficial al escudo municipal.
El escudo posee la frase en latín “Firmes en la Verdad” y en su semiótica simboliza el nacimiento de una ciudad provinciana, la fe, la suerte, la unión, la fusión de dos culturas y la fortaleza, valor que siempre ha caracterizado a los salmantinos.
En Salamanca han nacido grandes héroes, no podemos dejar de ovacionar a los guerrilleros de la Independencia Nacional, Andrés Delgado “El Giro”, Tomasa Esteves, Albino García y a su primo Pedro, al padre Garcilita guerrilleros que se sublevaron ante las injusticias y que pusieron el ejemplo con su brío y valentía.
Si de artes culinarias de trata, Salamanca también tiene valor, pues gracias a la Refinería, ha llegado mucha población de otros estados que enaltecen sus sabores, aquí hay presencia de veracruzanos, oaxaqueños, tamaulipecos, capitalinos, entre otros sitios que le han enriquecido con sus sabores pero, si de platillo típico se trata, hablemos del fiambre, un suculento plato compuesto por encurtidos, pollo frito, cecina, jícama, patitas de puerco en vinagre, seguramente lo has probado y por supuesto no podemos olvidar la nieve de pasta, los helados de nopal, xoconoschtle de Valtierrilla, helados deliciosos que se disfrutan más si se comparte con la familia.
Salamanca está lleno también de riquezas arquitectónicas, cómo no mencionar a uno de los íconos salmantinos, el Templo de San Agustín que comenzó a construirse en 1615, tiene once retablos churriguerescos con exquisitas láminas de oro.
Vale la pena pasar por Salamanca y echar un ojo al Templo del Señor del Hospital una construcción inspirada en el estilo neoclásico frente al Jardín Principal y rodeado por columnas decoradas en dorado y pinturas extraordinarias.
Salamanca tiene otra joya con el exconvento de San Juan de Sahagún, que ahora conocemos como el Centro de las Artes o claustro mayor, que tiene hermosas columnas de cantera esculpidadas en realce, tiene arcos espléndidos que le aportan más bellez, enormes salones y corredores por los que todavía resuenen las voces del pasado.
Hay que hablar del claustro menor, o como ahora lo conocemos, la Casa de Cultura del Centro Histórico con influencia herreriana un enorme patio central, una larga escalera y una arquitectura asombrosa que encanta.
En pleno corazón de Salamanca encontramos a nuestra Plazoleta Miguel Hidalgo, justo frente al templo de San Agustín, lugar que ha sufrido grandes cambios durante toda la historia salmantina, así también hallamos el Jardín Principal o Jardín Constitución contenido por bellos portales el portal Muñoz Ledo, Portal Corregidora, Portal José Rojas Garcidueñas «El Bachiller» antes Portal de los Bravos. Esta construcción se remonta a los siglos XVIII, XIX y XX.
En cuanto a tradiciones, este municipio tiene varias festividades, el 18 de marzo se celebra el aniversario de la expropiación petrolera en grande con un largo desfile, la celebración de los gremios es una de las más típicas de los festejos de la villa Salmantina, que data desde hace 400 años y se extiende por más de una semana, asimismo se celebra el Corpus Christi una solemne ceremonia católica que se realiza el tercer jueves del mes de junio, con la puesta de los siete altares alrededor del jardín principal.
También cada año se cumple una tradicional «Peregrinación al Cristo Negro» y por las principales calles pasa la icónica «Procesión del Silencio», durante la Semana Santa que celebran los católicos.
Si de secretos de trata, Salamanca también esconde vestigios y es que todavía quedan recuerdos en una zona arqueológica, una de las más grandes, misma que se encuentra en este municipio, se llama Los Edificios y se le cataloga como Los Razo, los Cenizos e incluso Los Locos haciendo referencia a las rancherías del rededor, ahí hay ruinas de una de las paredes del patio hundido e incluso los arqueólogos lo han catalogado como la cultura del bajío, un lugar en donde se realizaban los ceremoniales durante los años 900, 1000 1100 pero no hay estudios que determinen exactamente las fechas.
Por si todo lo anterior fuera poco, gracias a la zona rural de Salamanca también somos ricos si de Haciendas se trata, existe la HACIENDA DE SANTA ANA, o mejor conocida como HACIENDA DE CRUCES, HACIENDA DE DOÑA ROSA, HACIENDA DEL FUERTE, HACIENDA DE MARIGOMEZ HACIENDA DE DOLORES, HACIENDA DEL CERRITO DE LA CAL, a la HACIENDA DE LA LABOR, a la HACIENDA DE SANTIAGUILLO, HACIENDA DE MEDOZA Y por su puesto la Hacienda de Cañada de Ortega, lugar que fue utilizado usada como refugio durante la Guerra Cristera. Ahora, un destino turístico muy bien guardado y poco conocido del municipio de Salamanca.
No cabe duda de que Salamanca tiene una profunda historia, que no se limita y tiene mucho para mostrar al mundo, indubitablemente nuestra ciudad es un orgullo nacional.
¡FELICIDADES SALAMANCA!
Fotos antiguas: Benjamín Arredondo historiador salmantino.