Unos 800 mil alumnos mexicanos podrían tener que dejar sus estudios en escuelas privadas, tras la pandemia de covid-19, alertó Leonardo García Camarena, Presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia.
“Pero el gobierno no tiene ni las butacas, ni las aulas, mucho menos las nuevas escuelas, ni los maestros, ni el presupuesto, no tiene absolutamente nada para recibir de golpe y porrazo, ni siquiera a 100 mil alumnos, mucho menos a 800 mil”, dijo.
En el marco de la presentación del movimiento Educación con Rumbo, conformado por diversas organizaciones de la sociedad civil, que busca la protección del derecho a la educación en medio de la pandemia, el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, explicó que el cierre de colegios privados o la imposibilidad de pagar las colegiaturas debido a la crisis, podría originar un grave problema, que, en materia educativa, a nadie le conviene.
“Nos preocupa que después de la pandemia encontremos un sistema educativo desconectado de la realidad, de los liderazgos sociales, de los padres de familia y que lo que le está pasando al sistema de salud con la pandemia sea apenas una palidez de lo que nos va a pasar en el sistema educativo después de la pandemia”, advirtió.
Al respecto, Paulina Amozurrutia, directora Nacional de Seamos Héroes y Coordinadora Nacional de Unión Mujer, destacó que la educación particular abarca en educación básica el 10% de la totalidad de los alumnos y la educación superior el 30 por ciento.
“Esto es porque la matrícula no puede ser cubierta por todo el gobierno; por eso es importantísimo que podamos trabajar en diálogo tanto la educación privada como la pública”, expuso.
PIDEN SER FACILITADORES
Dejar de ser sólo transmisores del conocimiento, para convertirse también en facilitadores del aprendizaje, a fin de que los alumnos se desarrollen de manera independiente, bajo cualquier contexto es una de las lecciones que dejará la pandemia de covid-19, concluyeron Ana Eugenia Garduño Whitson e Irina Edith González Flores, especialistas en educación, en el marco de conferencia “Desafíos y Perspectivas de la Educación Pública”, organizada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Garduño, especialista en práctica docente, planteó que ante una situación como la que estamos viviendo, lo primero que se debe replantear es la expectativa de aprendizaje. “No podemos esperar que se va a cumplir con todo el plan de estudios, con todos los programas, con todo el currículum, en un contexto donde no existen los recursos físicos ni la infraestructura tecnológica para ofrecer la instrucción como está diseñada para ser ofrecida de manera presencial. Hay que definir las prioridades curriculares”, explicó.
En su oportunidad, González Flores, maestra en Política Internacional Educativa, destacó el cambio que debe tener el rol de los educadores en este nuevo contexto.
Fuente: EXCELSIOR