25/08/2020
Por razón de la COVID-19, este 2020 los fieles salmantinos se quedaron sin vivir de manera masiva la celebración a San Bartolomé, el santo patrono de nuestro municipio, sin embargo, para preservar nuestras costumbres, traigo para ti algunos datos históricos de esta celebración que tuvo lugar ayer 24 de agosto y es sumamente apreciada por la comunidad católica.
El historiador salmantino asegura que si eres de Salamanca o amante de nuestra bella ciudad, seguro que reconoces el lugar fotografiado, es el altar mayor de la Parroquia Antigua, aunque la fotografía no es muy grande, podrás ver que en el extremo del lado derecho aparece una imagen del Apóstol Bartolomé, Santo Patrono de Salamanca, Guanajuato. Sobre él hemos visto ya la liga que existe entre su representación y su martirio, con lo que implicaba en el antiguo México la figura de Xipe-Tótec.
En Salamanca el Apóstol fue trasladado para su culto cuando la antigua parroquia fue degradada, si es que el término se puede aplicar en este caso, pues el templo principal de Salamanca se volvió hacia El Señor del Hospital en donde también existe una imagen del Apóstol y oficialmente ese recinto está dedicado a él.
Siendo pues, San Bartolomé Apóstol tan importante para Salamanca, veremos esta vez un artículo que aparece en un antiguo libro, francés de origen, que luego se tradujo al español, esto en 1788, en donde da cuenta de la historia de la fiesta del Apóstol.
San Bartolomé era de Galilea, como los otros Apóstoles y fue elegido por Jesucristo para que fuera uno de sus doce discípulos. Después de la Ascensión de este Divino Salvador, y después de la bajada del Espíritu Santo, pasó a la India, según Eusebio en su Historia de la Iglesia, y predicó allí la fe. San Gerónimo refiere, que después de San Pateno fue enviado por Demetrio, Obispo de Alejandría, a la India, este misionero encontró que la venida del Salvador había sido ya anunciada en aquellos parajes por el Apóstol San Bartolomé, y que halló allí un ejemplar del Evangelio de San Mateo, escrito en hebreo, y que lo trajo a Alejandría. Se cree también que San Bartolomé predicó a los pueblos de Licaonia, y que predicó martirio en Armenia, hacia la Persia, en la ciudad de Albania.
Aunque ignoramos muchas circunstancias de la vida de los Apóstoles, la intención de la Iglesia es que honremos su memoria con días de Fiesta para dar gracias a Dios por habernos alumbrado con las luces de la fe, por el ministerio de los Apóstoles y por la efusión de su sangre.
Se estuvo mucho tiempo en la Iglesia sin señalar un día en particular a la Fiesta de San Bartolomé, porque se hacía en común con la de los otros Apóstoles a 29 de junio, con ocasión de la de San Pedro y San Pablo. Su fiesta está notada en el Sacramentario de San Gregorio, que es del siglo sexto, y en los Martiriologios de Adon y de Usuardo en el 24 de Agosto; lo cual han seguido todas las Iglesias de Europa; precedida de una vigilia y ayuno en muchas partes.
Nota: En España se celebra a 24 de Agosto, precedida de vigilia y ayuno pero se puede trabajar en ella, oyendo misa». (1)
Será bueno anotar que el autor hace mención de lo que sucede en España, debido a que este libro fue originalmente publicado en Francia y enfocado a las celebraciones que ese país tenía; al traducirse al español, fue que se eliminaron ciertos capítulos y se van haciendo varias notas a lo largo del libro para adecuarlo a la mentalidad española, la cual, era la misma, en términos de la Iglesia, en la Nueva España.
Fuente:
Historia de las Fiestas de la Iglesia, y el fin con que han sido establecidas. Traducida del francés al castellano por don Joaquín Castellot, Presbítero. Oficina de Pantaleón Aznar. Madrid, 1788.
Benjamín Arredondo
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