Madre de joven adicto señala que si hoy el consumo de marihuana es abundante, con la legalización será mucho peor.
En la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión se votará una reforma que abriría la puerta al consumo y comercialización de cannabis para recreación, ante esto, la organización CONCIENCIA Y PARTICIPACIÓN ha enviado un informe en el que anuncia que si llega a ser avalada, nos cruzaríamos con individuos que lleven consigo hasta 28 gramos de marihuana, y comenzaría el consumo privado en casa. La accción anterior, es calificada por activistas como un descuido de la salud pública que además expone a todos a riesgos innecesarios.
CONCIENCIA Y PARTICIPACIÓN es una organización ciudadana que vincula a quienes desean promover valores humanos fundamentales, como son: la búsqueda del bienestar social general, la justicia social, el respeto de la vida humana en todas sus etapas, la solidez de los hogares y de los matrimonios, la salud y la educación integral para todos.
En esta ocasión la organización internacional ha compartido algunos testimonios de personas que tuvieron contacto cercano con esta droga (se han cambiado los nombres para proteger la privacidad de las personas). “Susy” es madre de un joven de menos de 20 años; nunca sospechó que su hijo consumiera marihuana. Lo descubrió por sus ataques de ansiedad. Ella no está de acuerdo con la legalización de esta droga por la experiencia que vivió su hijo. Dice que los jóvenes que se drogan “es como si estuvieran dormidos ante la vida”. Expresa que si hoy el consumo de marihuana es abundante, con la legalización será mucho peor y que los jóvenes que no se atrevían a consumirla ahora lo podrán hacer con mayor facilidad. Tristemente, señala Susy, muchos padres de familia “piensan que sus hijos nunca lo harán”, refiriéndose a que no creen que sus hijos caerán en esa adicción.
Otro testimonio es el de “Charly”. Él nos comenta que desde su experiencia muchos jóvenes que son adictos iniciaron por curiosidad o solo consumían en forma “recreativa”. Él conoce jóvenes con problemas de adicción a otras drogas como el cristal, y muchos de ellos iniciaron con la marihuana.
Charly dice que entre los 13 y 35 años los jóvenes fuman marihuana por diversión. Cuando él escucha que la gente comenta que al consumir marihuana “no va a pasar nada”, le gustaría invitar a esas personas a que visiten un centro de rehabilitación como el que él conoció durante un internamiento: “Todo comienza con un simple porro, con un simple churro, a largo plazo tu vida se destruye (…) muchos empiezan solo por sentirse más ‘cool’ pero luego no saben cómo parar”.
Charly agrega: “He conocido gente que está en prisión, gente que se suicidó, que se quedó con algún trastorno mental definitivo, es decir, que no hay cura, que están medicados con pastillas muy fuertes”.
Charly nos dice que en un principio la preocupación más grave es que “te descubran tus papás, pero pasan los años y yo he conocido gente que está en prisión, gente que se suicidó, que se quedó con algún trastorno mental definitivo, es decir, que no hay cura, que están medicados con pastillas muy fuertes. Hay personas que se quedan sin casa, sin trabajo. Mucha gente dice ‘eso a mí no me va a pasar, el fin de semana me voy a fumar un cigarro y el próximo fin otro’, pero abren una puerta y no lo ven”, refiriéndose a que piensan que consumir la droga no les causará daño. Él dice que hay mucha incongruencia, que el gobierno debería implementar cursos y conferencias sobre los daños que produce la marihuana así como lo hace con las enfermedades de transmisión sexual.
Menciona que muchos escenarios tristes por el consumo de marihuana empezaron con un churro:
“Hoy quieren legalizar que las personas puedan portar 28 gramos. Yo no me imagino la cantidad tan catastrófica de personas con problemas de adicciones que se van a generar por esa ley que se me hace ridícula y egoísta. No entiendo los motivos, yo solo doy testimonio de que yo pasé por eso. Yo terminé consumiendo piedra, terminé en la calle, sin estudiar, sin familia, dormía en una banca y antes de eso tenía una familia, tenía un colchón, tenía comida, un refrigerador lleno para mí y todo empezó con ese primer cigarro de marihuana. El día de hoy doy gracias a Dios de que he podido librarme de esos infiernos. Dentro de poco cumpliré cinco años de abstinencia y sobriedad de cualquier tipo de droga y alcohol, y todo ese infierno que tuve que pasar fue gracias a ese primer cigarro de marihuana”.
Después de leer los testimonios de la madre de un joven que ha sido adicto a la marihuana, y de un muchacho que nos narra lo que ha vivido en carne propia por el consumo de la droga -que en un principio fue recreativo-, debemos tomar conciencia y alzar nuestra voz, anunció la Organización CONCIENCIA Y PARTICIPACIÓN e invitó a que quienes no estén de acuerdo con la iniciativa para legalizar la marihuana para uso lúdico,emprendan acciones que se promueven en la Asociación sin fines de lucro: