Por: Manuel De la Torre Rivera
Ciertamente la Educación Ambiental es solo un sector de un proceso más amplio como es la educación pública del país y éste también amerita una reestructuración de fondo que nos permita generar una cultura diferente, equiparable con la que tienen los países más avanzados de Europa y Asia, que son relevantes en sus avances democráticos, tema que abordaremos en otros números de esta columna.
Por el momento sólo nos referiremos a la Educación Ambiental para el municipio de Salamanca, Gto., uno que reúne una serie de condiciones económicas, sociales, culturales, sanitarias y ambientales que son insuficientemente conocidas por su población, tales como: su sostenibilidad económica, las causas de fondo de sus problemas sociales, sus fortalezas culturales y la situación que guardan sus principales recursos naturales como son la sobreexplotación de sus acuíferos, el avance de la contaminación de sus suelos, o la importancia que reviste contar con una Área Natural Protegida y una organización social para la recuperación de la Cuenca del Lerma Chapala.
Conocer el entorno en que vivimos es el primer paso para avanzar en el compromiso comunitario con el barrio, la colonia o la comunidad rural, porque es encontrar el motivo para la participación social y aquí vuelve a aparecer la presencia de la Educación Ambiental, pero ahora para formar el sujeto socialque se organiza para transformar esa realidad social que ya conoce, mediante talleres con asesoría de expertos para la reconstrucción del tejido social, adopción de medidas de seguridad comunitaria, experiencias prácticas de cultivo de parcelas, recuperación de agua de lluvia, uso de energías renovables, etc.
En este nuevo proyecto de Educación Ambiental juegan un papel protagónico las principales direcciones municipales: Desarrollo social, Educación municipal, Salud, Seguridad social y Medioambiente, además de diferentes tipos de apoyos de las demás dependencias municipales, en un ejercicio transversal que le da integralidad al proceso educativo. En esa tarea destaca la educación formal e informal, la cual debe ser parte importante en los currículos escolares en nuestro país, a fin de que se convierta en pilar para el desarrollo sostenible.
Son minoría las naciones que disponen de un marco estratégico para lograr dicho propósito, con una Educación Ambiental de calidad que vaya de las guarderías a las universidades; que transmita los conocimientos, actitudes, perspectivas y valores relacionados con la sostenibilidad. Y tenga como aliada a medios de comunicación masiva responsables y comprometidos con la formación de una ciudadanía cada vez más activa y comprometida.
En noviembre de 2017, la Asamblea General de la ONUadoptó por consenso una Educación para el Desarrollo Sostenible, como parte indispensable de la Agenda 2030. Con ésta se busca revertir la situación crítica que vive el planeta por el uso irracional de los recursos naturales, la injusticia social y económica.
Salamanca merece este proyecto de mediano plazo y tiene experiencia para hacerlo posible.
Salamanca, Gto.,17 de octubre del 2021.