PopLabMx/Frente a la creciente violencia contra las mujeres en el estado, este domingo decenas de mujeres tomaron las calles del Estado para exigir justicia por Monse, por Andrea, y por las miles de víctimas que siguen a la espera de que su agresor sea condenado.
Durante la noche del sábado 6 de marzo y la madrugada del 7 de marzo, previo a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, dos hechos detonaron las manifestaciones de este domingo: Bibiana Monserrat, una niña de 12 años, fue violada y luego asesinada por su cuñado en la comunidad El Coecillo, en Silao; esa misma madrugada Andrea fue abusada sexualmente por dos hombres que siguen libres al día de hoy.
Guanajuato se ubica a nivel nacional en los primeros lugares por el número de homicidios de mujeres. Tan solo durante enero de 2020, en el estado asesinaron a 77 mujeres, aunque 40 de las víctimas se reportaron como homicidios culposos, 34 como homicidios dolosos y solo tres fueron tipificados como feminicidios por la Fiscalía General del Estado, de acuerdo con los indicadores publicados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En el reporte que actualiza mes con mes el Secretariado, en los primeros 31 días del año se denunciaron 390 mujeres víctimas de lesiones dolosas, que coloca al estado en segundo lugar nacional. Ante la Fiscalía General del Estado también se iniciaron 56 investigaciones por violación durante el mes de enero.
Justicia para Monse
Vestidas de blanco y con flores, familiares de Bibiana Monserrat se acompañaron de mujeres en la protesta para exigir pena máxima para el feminicida de la niña de 12 años estudiante de primaria.
«Como toda criatura, mi nieta era juguetona, alegre, le gustaba mucho bailar. Mi niña era buena, ni maldiciones decía», recuerda Isidra Bolaños, abuela de Monse que asistió a la marcha de este domingo en Silao.
A paso apresurado para no perder al contingente de mujeres jóvenes, en su mayoría, la señora Isidra seguía a quienes se convirtieron en sus aliadas en medio de la indignación que generó el feminicidio de Monse.
Bibian Monserrat fue asesinada durante la noche del sábado 6 de marzo en El Coecillo, Silao, luego de ser brutalmente golpeada en un intento de violación. El presunto responsable se identificó como Óscar «N» de 26 años de edad, quien además era su cuñado.
«Mi niña no se merecía la muerte que le dio esa bestia, ese asesino. Ahora que salga con que no se acuerda, esas son mentiras, él tiene que pagar lo que le hizo a mi nieta».
Con la fotografía de Bibiana Monserrat en mano, Isidra gritaba para exigir justicia para la niña, ante el temor de que el agresor pudiera quedar libre porque «su mamá tiene dinero, y nosotros somos una familia pobre, por eso tenemos miedo, porque también temo una amenaza para mi familia. Mi niña no se merecía esa muerte».
Bibis, como la llamaba su familia, estaba por entrar a la secundaria el próximo ciclo escolar, pero los sueños para ella y la alegría para la familia terminó la noche del sábado 6 de marzo, cuando su agresor la golpeó y dejó tirada en un inmueble abandonado.
Vecinos que escuchaban los gritos de la menor de edad reportaron la agresión al sistema de emergencias, al llegar al lugar los elementos de la policía municipal detuvieron a Oscar «N», cuñado de Monse, y aunque se pidió el apoyo de una ambulancia para que la trasladaran a recibir atención médica, al llegar al Hospital General ya no contaba con signos vitales.
«Las niñas no se tocan. Las niñas no se tocan”’, “Justicia para Monse», «No estamos todas, nos falta Monse», gritaban las manifestantes que partieron de la Plaza Libertad a presidencia municipal, donde pegaron su fotografía y dejaron una ofrenda de flores en su memoria.
Las puertas de la presidencia municipal quedaron clausuradas con las flores y los carteles que prepararon para exigir justicia para la niña de 12 años.
Después de unos minutos afuera de la presidencia municipal, las manifestantes caminaron unas cuadras hasta las oficinas de la agencia del Ministerio Público. Ahí nuevamente comenzaron a colocar las pancartas que las habían acompañado durante la protesta, luego salió un guardia de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado para advertir a las manifestantes que estaban siendo captadas por la cámara de seguridad que se encuentra en la parte de afuera.
La amenaza del elemento solo motivó a las mujeres a continuar pegando carteles y la fotografía de Monse.
A la par de la manifestación, en las salas de oralidad del Poder Judicial en Silao se realizaba la audiencia de vinculación a proceso contra Oscar.
Más tarde, a través del área de comunicación social del Poder Judicial del Estado, se confirmó que el hombre de 26 años de edad quedó vinculado a proceso por el delito de feminicidio, imponiéndose prisión preventiva oficiosa durante el tiempo que dure el proceso. La Fiscalía General del Estado tiene tres meses para terminar con la investigación.
Justicia para Andrea
Solo unas horas después de la protesta en Silao, otro contingente de mujeres se apoderaron de las calles del centro de Guanajuato para exigir justicia para Andrea, joven víctima de abuso sexual, cuyos agresores siguen libres.
Andrea asistió a la protesta y aceptó hablar sobre la agresión que sufrió hace una semana, cuando dos conocidos abusaron de ella durante la madrugada del domingo 7 de marzo.
A los agresores los identificó como Idrish David Dávila y Diego Kaleft Castellanos, este último con libertad condicional después de haber apuñalado a una mujer que estaba lactando.
«Diego Kaleft salió del estado con ayuda de sus padres, primero lo escondieron en un anexo de Irapuato, ahora se lo llevaron a la Ciudad de México. No tengo conocimiento de cuándo van a ir las autoridades por ellos, pero me da mucho coraje porque todavía dicen que yo los difamé… Quiero decirles que nos vamos a encontrar y se van a pudrir en la cárcel, van a pagar todo lo que han hecho».
Tras dar su testimonio, Andrea fue arropada por sus compañeras que marcharon con ella hasta las instalaciones de la Unidad de Atención Integral a la Mujer de la Fiscalía General del Estado.
A su paso por el Teatro Juárez, donde desde el martes mantienen el plantón familiares de personas desaparecidas para exigir al fiscal Carlos Zamarripa que cumpla con los acuerdos que pactó desde hace meses con los colectivos de búsqueda, mujeres que buscan a sus seres queridos se unieron a la manifestación.
El grupo hizo una breve parada en el edificio central de la Universidad de Guanajuato, donde también recordaron que está pendiente que se haga justicia por el feminicidio de Daniela Vega, estudiante de la UG asesinada por su pareja, hecho que motivó al paro estudiantil de diciembre de 2019.
Desde la sede central de la UG, el grupo de feministas enviaron un mensaje al rector, Luis Felipe Guerrero Agripino: «Agripino, rompe el pacto», tras darse a conocer que Julio César Kala, quien fue hasta diciembre de 2019 uno de sus más cercanos colaboradores y que fue denunciado por acoso coordinó los trabajos para la publicación del libro titulado: «Temas actuales y derechos humanos», con el sello de la Universidad de Guanajuato.
Luego de unos minutos en el edificio central, el grupo de mujeres siguió con su recorrido hasta llegar a las oficinas de la Fiscalía General del Estado, luego, en la Alhóndiga de Granaditas terminó la marcha con un grito de: «Justicia para todas».
