Por: Oscar Alzaga*
Informe del Gobierno de Michoacán de Lázaro Cárdenas. 1928-1932 [15-IX-1932]:
“La administración que hoy concluye no quiso limitarse a ejercer una intervención ocasional para dirimir los litigios obreros-patronales, los problemas intergremiales y las manifestaciones todas del derecho industrial, para discernir la justicia social, dentro de un formalismo abstracto de las leyes, sino que, penetrando directamente en la profundidad misma del problema, adentrándose en las realidades, puso todo su empeño en la polarización de las energías humanas, antes dispersas y en ocasiones antagónicas, para formar con ellas el frente social y político del proletariado Michoacano.”
Y agrega:
“…el primer paso consistió en convocar a los obreros y campesinos de todo el Estado para que se constituyeran en asamblea para su debida organización… en LA CONFEDERACIÓN REVOLUCIONARIA MICHOACANA DE TRABAJO: Instituto clasista, de carácter autónomo, que labore tenazmente por el mejoramiento educativo, económico y social de sus confederados… que tienda a incorporar, dentro de la órbita de la revolución, a los trabajadores que aún permanecen aislados…”
Tal política, es desarrollada y aplicada mejor en el gobierno presidencial de Cárdenas de 1934 – 1940, al calor de 4 años de huelgas obreras, la mejor etapa de toda la historia del movimiento obrero, ni antes ni después hubo tantas huelgas y luchas como de 1935 a 1938, ni de la enorme trascendencia para los obreros, el gobierno y la nación, como en ese sexenio. No fue una política de “masas cardenistas”, como si los obreros fueran “borregos” del gobierno, pues de ese modo nunca se hacen las grandes huelgas en ningún país, menos se logran los mejores contratos colectivos de la historia y la combatividad de los sindicatos nacionales y de la CTM (la de aquellos años) solidaria con todas las luchas. Bien analizada, de 1933 a febrero de 1938, la expropiación petrolera fue más obra de los obreros que del gobierno. Los sindicatos nacionales logran su real independencia, la que fue atacada por Miguel Alemán con el ejército y los “charrazos” de 1946 a 1952.
Andrés Manuel López Obrador ha insistido en tener presente la obra y pensamiento del gobierno de Lázaro Cárdenas de 1934 – 1940, como uno de los mejores de la historia y parte de la 4T. Lo cual se advierte en los aumentos salariales mínimos anuales, en la reforma laboral de 2019 en materia de libertad sindical, en el caso de Pasta de Conchos y en el intento de reformar de modo justo la subcontratación o outsourcing. No así, el dejar como antes, igual que en tiempos de gobiernos neoliberales, las Juntas de Conciliación y Arbitraje (Federal y estatales), sin autoridad honesta y justa que aplique las leyes, que ya no simulen la justicia social y la justicia sindical, y solo hagan promesas a futuro.
A la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) le basta que la dirección corrupta del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) prometa una reforma estatutaria, después de las elecciones por la secretaría general que dejó Romero Deschamps, sin libertad sindical, con la propuesta de la STPS, “Lineamientos”, que no se apega a la Ley Laboral vigente para la elección en el STPRM ni para la revisión próxima del contrato colectivo. Por su parte, la Junta Federal ha frenado los laudos y los procedimientos de las demandas de los petroleros democráticos sobre los fraudes electorales en las secciones sindicales. ¿De qué se trata, de apoyar a los “charros” que por décadas se opusieron a la libertad sindical? ¿Acaso la STPS desconoce la trayectoria deshonesta por décadas de la dirección del STPRM?
Del mismo modo la STPS trata igual a los que por mucho tiempo y aun hoy se oponen a la libertad sindical que a las corrientes sindicales democráticas; le interesa más que no haya conflictos a que haya justicia laboral. Es el caso de la CTM que por décadas apoyó los contratos colectivos de protección patronal (CCPP), denunciada ante la OIT y hoy es la primera invitada a los actos de la 4T y de la STPS. Arturo Alcalde, que se cansó de denunciar los CCPP por ilegales y contrarios a la libertad sindical, hoy guarda silencio.
La Ley Laboral vigente obliga a formar Comisiones Mixtas de Seguridad e Higiene por cada centro de trabajo, para cuidar la vida y la salud de las y los trabajadores, a la vez que incluir a las Comisiones Mixtas en los contratos colectivos, porque nadie cuida mejor su vida y salud que la propia persona en riesgo, pero la STPS no ha obligado a empresas y sindicatos a cumplir la norma, pese a la gravedad de la actual pandemia.
El documento cardenista de 1932 hace un balance de toda la política del Gobierno de Michoacán, solo hemos destacado lo relativo a la política laboral y sindical, que hoy más que nunca está vigente después de 36 años de neoliberalismo en el país. Veamos:
“Correspondió al gobierno, durante el periodo que abarca este mensaje (1928 – 1932), sentar precedentes para la justa aplicación de nuestro derecho sindical y obrero, dictando por conducto de la Junta Central de Conciliación y Arbitraje, las resoluciones justas en los múltiples conflictos que se suscitaron entre trabajadores y patrones… En lo general se ha logrado la preferencia a los elementos sindicalizados, y sostener el salario mínimo marcado en nuestra Constitución: en ningún caso menor de un peso diario, Artículo 144 inciso V. Esto mismo en tratándose de trabajadores del campo.” (Idem)
*Abogado, miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas.