Por: Oscar Alzaga*
“Poco a poco surgió una nueva clase obrera y una burguesía. Ambas vivieron a la sombre del Estado y sólo hasta ahora comienzan a cobrar autonomía.
“La tutela gubernamental de la clase obrera se inició como una alianza popular: los obreros apoyaron a Carranza a cambio de una política social más avanzada. Por la misma razón sostuvieron a Obregón y Calles. Por su parte el Estado protegió a las organizaciones sindicales. Pero la alianza se convirtió en sumisión y los gobiernos premiaron a los dirigentes con algunos puestos públicos. El proceso se acentuó y consumó, aunque parezca extraño, en la época de Cárdenas, el periodo más extremista de la Revolución. Y fueron precisamente los dirigentes que pelearon contra la corrupción sindical, los que entregaron las organizaciones obreras. Se dirá que la política de Cárdenas era revolucionaria: nada más natural que los sindicatos la apoyasen. Pero, empujados por sus líderes, los sindicatos formaron parte, como un sector más, del Partido de la Revolución, esto es, del partido gubernamental.”
Octavio Paz, El Laberinto de la Soledad. 1959.
Estas ideas del poeta y ensayista influyeron mucho en el pensamiento crítico de maestros y estudiantes del 68, a Pablo González Casanova y La Democracia en México, 1965, y la obra colectiva de 17 tomos que coordinó en los años 80 El movimiento obrero en la Historia de México, y en las obras sobre el cardenismoy la política de masas, de Arnaldo Córdova y Lorenzo Mayer, y avarios más.
Indudablemente se trata de autores preparados e inteligentes que a su vez han influido en otros. Pero en particular carecen delconocimiento específico de la clase obrera y trabajadora, de la estructura de las clases sociales, la formación de los sindicatos, la lucha de clases en el país y, aún más, la lucha obrera.
Pocos atienden el crecimiento de los sindicalizados antes y durante el cardenismo, que de 1934 a 1940 se triplica; que de 1935 a 1938 son los 4 años del mayor número de huelgas de la historia,y las principales son de la gran industria; que las luchas socialesson previas a las grandes obras del sexenio: las luchashenequeneras y de la Comarca Lagunera precedieron la reforma agraria; las luchas petroleras inician en 1932-33, de 17 sindicatoscrean uno sólo en 1935, que demanda la firma de un sólo contrato colectivo en 1936, y en el 37 van a la huelga general, sentando las bases así para la trascendental expropiación petrolera; los sindicatos industriales impulsan la organización sindical nacionalcomo nadie; la crisis de la CROM favorece la salida de corrientes, con ellas la de Lombardo; se firman los mejores contratos colectivos en las grandes industrias y cambia la relación de trabajo de “mando y obediencia” del porfiriato, por la bilateralidad y “acuerdo entre las partes”; se hacen realidad los derechos laborales antes incumplidos; crecen las cooperativas que reabren empresas cerradas por la crisis de 29 y crean nuevas empresas de sindicatos.
En la historia ha sido muy diferente el papel de los sindicatos industriales al de las centrales: las luchas más importantes del paísson de los sindicatos industriales, de 1906 a 2021. El poco conocimiento de los trabajadores y sus luchas, llevan a Paz y seguidores a generalidades y a ver desde muy lejos la lucha de clases y la obrera. En otros casos a ver solo masas amorfas, meros rebaños, sin capacidad de distinguir el cardenismo del alemanismo en cuanto a los trabajadores, como es el caso deArnaldo Córdoba y Lorenzo Meyer.
Paz y varios más ignoran la violencia con la que Alemánsometió a los sindicatos independientes, usando el ejército y dando charrazos en el ferroviario, minero, petrolero, telefonistas, cañeros y azucareros, la CUT y otros. El sometimiento no fue producto de una alianza con el Estado.
Este rápido recuento intenta comprender mejor las contradicciones de clase y las secundarias, en las que tanto se entretienen otros, como el conflicto Calles-Cárdenas, ignorando ellos importantes huelgas y luchas proletarias de 1935 a 1938.
La CTM desde 1947 hizo suya la política de exclusión de todaideología que no fuera del PRI; en el IV Congreso Nacional del PRI inicia la expulsión de comunistas, socialistas, lombardistas, etc., como parte del anticomunismo que encabezaban Estados Unidos y Gran Bretaña. La CTM identificó como enemigos a los sindicatos independientes, como ocurre en 1958-59 con las luchas ferroviarias, telegrafistas, petroleros, maestros, telefonistas, SME, etc. Esa política la repite contra el SUTERM, telefonistas, automotriz y otros, en los años 70 y 80.
En la era neoliberal de 1982 a 2018, la CTM abandona la política social que, aún demagógica, era la que enarbolaba antes de arrodillarse ante el capital, igual que el PRI en 1988 con Salinas y el TLCAN. No hay peor degradación que esta: la CTM da la espalda a la Revolución y a la Constitución de 1917 para abrazar el neoliberalismo, igual que el PRI y sus gobiernos con Salinas, Zedillo y Peña Nieto.
Por ello no es casual —aunque la secretaria de trabajo lo disimule— que la CTM abiertamente sea enemiga de la reforma laboral de 2019, de la reforma de la subcontratación de 2021, y contraria a la ratificación del Convenio 98 de la OIT en 2018 sobre la libre negociación colectiva y protección de la libertad sindical. La CTM jugó sus últimas cartas contra la libertad sindical, de la Ley de 2019, interponiendo amparos en contra de esa ley, pero 500 amparos fueron desechados y 60 sirvieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para formular jurisprudencias a favor de la libertad sindical, incluso yendo más lejos que la misma reforma laboral (impugnada por la CTM), dando así un revés a esa central.
La CTM se aferra al neoliberalismo —lo peor del presente— y al PRI —lo peor del pasado—, en la caída del PRI de 2018 y los años siguientes, en que se puso detrás del PAN y junto al PRD, los tres apoyados por Claudio X. González y todos por el Estado yanqui. Lo que antes era la fuerza de la CTM (el PRI y sus gobiernos), ahora es su debilidad, cercana a su desaparición. De los trabajadores dependerá rescatar los sindicatos, ya libres de la CTM y del PRI.
*Abogado, miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas.
