POR: YAZ ARCIGA MARTÍNEZ
Es común encontrarse, por distintos cuadros de la ciudad, autos o incluso motocicletas, modificados y personalizados por parte de sus propietarios.

El tuneo, término que se usa para referirse a la personalización de algo, especialmente cuando se trata de automóviles; ha tenido un fuerte auge a nivel global y Salamanca no es la excepción, pues sobre las calles salmantinas es común observar el arte que cada poseedor le inyecta a sus medios de transporte.

Anuar Bravo, ciudadano salmantino, con residencia en el sur de la ciudad, habla respecto a su pasión por el tuneo de automóviles, mismos que siempre han sido de una famosa marca alemana.

Comenta que se apasionó con la modificación de vehículos, desde los 15 años de edad y ha tenido en su haber, varios automóviles a los que siempre les ha impreso su gusto y sello personales.

El dueño del vehículo, quien se mostró emocionado al hablar de su pasión, hace mención en poner atención en el más mínimo detalle y no dudó en permitirnos fotografiar su bella unidad.

Desde un espejo retrovisor, palanca de velocidades, equipo de sonido, rines, neumáticos, salpicaderas, escape y hasta las válvulas Schrader (válvula del neumático), lo cierto es que modificar centímetro a centímetro un auto o motocicleta, es una fuerte inversión, pero que, vale la pena, comenta Anuar.

Y ¿cómo no? Si verles rodar con aplomo y gallardía por toda la ciudad, o incluso fuera de ella, es un deleite a la vista.