Es habitual observar pavimento y concreto levantados en calles y avenidas, provocado por las raíces de cierto tipo de árboles que crecen en demasía y que en algún punto empiezan a afectar el paso de quienes transitan por dichas zonas.
Este problema hace lucir antiestéticas las aceras de la ciudad, pero más importante aún, se vuelven un significativo problema, ya que es un factor que puede hacer caer a cualquier persona: incluso niños o adultos mayores, como también impedir el acceso a quienes usan silla de ruedas.
Los salmantinos expresan que esta problemática podría evitarse si previo a plantar cualquier árbol, se dan a la tarea de investigar qué tipo de hábitat es el más adecuado para una especie de árbol en particular y así instalarlos sin riesgo a este tipo de percances.
Tanto autoridades, como los ciudadanos que plantan árboles, y se entiende que lo hacen con la mejor intención pues desean contribuir a la mejora ambiental, deben considerar todos los factores antes mencionados a fin de que lejos de hacer un bien, perjudiquen las veredas de la ciudad.
Todos buscamos contribuir a la mejora del ambiente en Salamanca y por ello muchos se dan a la tarea de forestar y reforestar ciertas áreas, lo cual es de suma importancia; sin embargo al quererlo hacer al pie de una banqueta, se deben considerar los factores señalados en líneas preliminares, con la finalidad de no adquirir un problema en el futuro.