El hipotiroidismo implica una actividad deficiente de la glándula tiroidea. El hipotiroidismo congénito ocurre cuando un bebé recién nacido nace sin la capacidad para producir cantidades normales de hormona tiroidea. La afección se presenta en aproximadamente 1 de cada 3.000 a 4.000 niños, suele ser permanente y requiere tratamiento de por vida.
La hormona tiroidea es importante para el desarrollo del cerebro de su bebé así como para su crecimiento; por lo tanto, el hipotiroidismo congénito que no reciba tratamiento puede provocar discapacidades intelectuales y un retraso del crecimiento. Sin embargo, dado que hay excelentes tratamientos disponibles, con un diagnóstico y un tratamiento tempranos, lo más probable es que su hijo lleve una vida normal y saludable.
¿Cuáles son las causas del hipotiroidismo congénito?
En la mayoría de los casos, el hipotiroidismo congénito ocurre cuando la glándula tiroidea no se desarrolla de manera adecuada, ya sea porque está ausente, porque es demasiado pequeña o porque se encuentra en una parte inadecuada del cuello. En algunos casos, la glándula está correctamente desarrollada pero no produce hormona de la manera adecuada. Además, en ocasiones, la tiroides no capta la señal de la hipófisis (glándula endocrina maestra), que le ordena producir hormona tiroidea.
En unos pocos casos, los medicamentos utilizados durante el embarazo, principalmente aquellos que se usan para tratar el hipertiroidismo, pueden provocar hipotiroidismo congénito, que es temporal en la mayoría de las veces. Por lo general, el hipotiroidismo congénito no se hereda en la familia. Esto significa que, si un hijo suyo lo padece, es poco probable que los otros hijos que pueda tener en el futuro sufran la misma afección.
¿Cuáles son los signos y síntomas del hipotiroidismo congénito?
Durante la primera semana de vida, por lo general no es fácil detectar los síntomas de hipotiroidismo congénito. No obstante, a veces cuando el hipotiroidismo es grave, pueden presentarse los siguientes síntomas:
- Alimentación deficiente
- Sueño excesivo
- Llanto débil
- Estreñimiento
- Ictericia (coloración amarillenta en la piel) prolongada después del nacimiento
Es posible que el médico observe que estos bebés tienen la cara hinchada, poca fuerza muscular y una lengua grande con el abdomen distendido y las fontanelas (los puntos blandos) de la cabeza más grandes de lo normal.
¿Cómo se diagnostica el hipotiroidismo congénito?
Dada la dificultad para diagnosticar el hipotiroidismo congénito en el período de recién nacido en función de los signos y síntomas, todos los hospitales de los Estados Unidos, bajo la supervisión de los departamentos de salud estatales, realizan pruebas para detectar esta enfermedad utilizando una muestra de sangre obtenida del talón del bebé antes de que se le dé de alta del hospital. Este proceso se denomina pruebas de detección para recién nacidos. Para obtener más información, consulte la declaración de política de la American Academy of Pediatrics (AAP): Actualización de las pruebas de detección para recién nacidos y las terapias para el hipotiroidismo congénito (en inglés).
Cuando el resultado de la prueba es positivo (un nivel deficiente de hormona tiroidea con un nivel alto de hormona de estimulación tiroidea de la hipófisis), el programa de pruebas de detección se lo comunica inmediatamente al médico del bebé, habitualmente antes de que este cumpla 2 semanas de vida. Antes de comenzar el tratamiento, el médico de su bebé pedirá una muestra de sangre de una vena para confirmar el diagnóstico de hipotiroidismo congénito. En algunos casos, es posible que el médico pida una exploración de la tiroides para ver si la glándula tiroidea está ausente o es demasiado pequeña.
¿Cuál es el tratamiento para el hipotiroidismo congénito?
El hipotiroidismo congénito se trata con la administración de hormona tiroidea en forma de píldora, un medicamento llamado levotiroxina. Muchos niños necesitan tratamiento de por vida. La levotiroxina se debe triturar y administrar una vez por día, mezclada con un poco de agua, leche maternizada (fórmula) o leche materna utilizando un gotero o una jeringa.
Administrarle a su bebé su hormona tiroidea TODOS LOS DÍAS y realizarle controles regulares con un endocrinólogo pediátrico ayudará a garantizarle un crecimiento y un desarrollo cerebral normales. Su médico le realizará pruebas de la función tiroidea periódicas para poder ajustar de manera adecuada la dosis del medicamento a medida que su hijo crece.
La hormona en forma de píldora es idéntica a la que se fabrica en el cuerpo, y lo que se hace es simplemente reemplazar lo que falta. En general, ocurren efectos secundarios únicamente si la dosis es demasiado alta, lo que el endocrinólogo puede evitar mediante el control periódico de los niveles en la sangre.
- Fuente: American Academy of Pediatrics and Pediatric Endocrine Society