Por: Yaz Arciga Martínez 

Con el regreso a clases presenciales se ha visto aumentado el flujo vehicular, tanto de particulares como de los servicios colectivos de las distintas rutas en la ciudad.

La situación, se torna complicada, ya que, como es sabido, el centro de la urbe no se encuentra en óptimas condiciones en cuanto a sus calles y señalizaciones y por tanto se genera cierta lentitud del tránsito vehicular que de alguna manera provocan molestia en la ciudadanía.

Sin embargo, con la movilización de las distintas rutas de servicio colectivo, las personas que salen a trabajar, estudiar o a cualquier otra actividad, se sienten más cómodos ya que antes de este regreso a las aulas, los colectivos disminuyeron sus recorridos, ya sea en horario funcional o en el número de unidades que recorrían cada colonia a la que están asignados y por ello, como se mencionó, previo a este regreso a clases era difícil trasladarse de un punto A a un punto B, ya que las rutas dejaban de pasar a horas muy tempranas y en ocasiones, el tiempo de espera era más elevado del habitual.

Al parecer, con el regreso a las escuelas, se han activado distintos sectores económicos y el servicio de transporte no es la excepción. Sin lugar a dudas, poco a poco se puede notar, o al menos en apariencia, el tan anhelado regreso a la normalidad.