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Salmantinos con estudios básicos o de bachillerato y la experiencia de trabajos anteriores, confían en obtener la fuente de empleo pues hay que pagar renta, alimentos y demás servicios durante este inicio 2022.

Manuel Hernández, joven de 23 años de edad, padre de dos menores, originario de la comunidad de cerro gordo, tiene un mes que se quedó sin trabajo, mismo tiempo que se ha dedicado a recorrer empresas, pero “simplemente no le llaman”.

Expone que, a partir de la pandemia, la contratación ha disminuido, pero espera ahora si lograr su objetivo.

Por ahora Manuel y su familia sobreviven con el finiquito que le otorgó su anterior empresa, pero, dice necesitar el trabajo para solventar rentas, los juguetes para sus hijos y sus alimentos

A esta voz se suma otro grupo de tres jóvenes que prefieren omitir sus nombres, pero que al igual que Manuel llegaron desde temprana hora a las afueras de la refinería para buscar un trabajo e incluso acuden a otras empresas a dejar solicitudes.