Los cristianos celebran a la “Virgen de la Candelaria” el 2 de febrero de cada año, tras haber transcurrido cuarenta días luego de la navidad, ya que se dice que es el tiempo de purificación de la virgen, tras el nacimiento del niño Dios.
Por otra parte, en México, esta fecha tiene raíces prehispánicas, ya que se celebraba el inicio de la temporada de siembra; los aztecas llevaban a cabo distintos rituales en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl, en los cuales se degustaban productos derivados del maíz, como los tamales, mismos que eran dados en ofrenda a los dioses.
Los salmantinos festejan esta fecha de distintas maneras, ya que hay quienes realizan una procesión dedicada a la virgen, con música y pirotecnia; otros optan por presentar a su niño Dios en misa, para después celebrar en casa, donde se ofrecen de comer los tradicionales tamales; por su parte, hay otros más que prefieren simplemente reunirse a degustar este exquisito platillo, mismo que es abastecido por quienes encuentran al niño en la rosca de Reyes.
La señora Tere lleva 10 años vendiendo tamales en su colonia, contenta nos comparte que para ella representa un gusto ser parte de esta simbólica celebración: “Siempre en esta fecha me hacen varios pedidos y de alguna manera me llena el alma saber que es para festejar a la virgen, además que sinceramente es una buena temporada para mí, mis ventas se elevan”, expresó con evidente alegría.
Sea cual sea el motivo y la creencia, lo cierto es que esta fecha sigue siendo una tradición no solo en Salamanca, sino en todo México, sin duda una oportunidad de deleitarnos con nuestra deliciosa y famosa gastronomía.