Tras un par de años complicados por cuestiones de pandemia, donde las diversas actividades cotidianas se vieron interrumpidas y distintos recintos cerraron sus puertas, tales como templos, escuelas, industrias, bares, restaurantes, etcétera; hoy la activación económico-social es una realidad y muchos lugares reciben de nueva cuenta a la población, retomando sus funciones, y las misas dominicales son muestra de ello.

Con gran respuesta, las familias salmantinas, fieles a su devoción, asisten a las misas de domingo en cualquiera de sus horarios: 07:00 h, 08:00 h, 09:00 h, 10:00 h, 11:00 h, 12:00 h, 13:00 h, 18:00 h, 19:00 h y 20:00 h; para el Santuario Diocesano del Señor del Hospital; por su parte, el Templo de San Agustín oficia las misas de domingo a las 07:30 h, 08:30 h, 09:30 h, 10: 3p h, 11:30 h, 12:30 h, 13:30 h y 18:30 h; mientras que en la Parroquia Antigua se realizan a las 08:00 h, 10:30 h, 12:30 h, 16:00 h, 17:30 h, 18:30 h y 19:30; y los horarios para el Sagrado Corazón son: 09:30 h, 11:30 h, 13:00 h, 18:0p h, 19:00 h y 20:00 h.

Los fieles asisten a las celebraciones con mucha devoción de participar en la escucha de la palabra de Dios en las homilías o comentarios sobre ella que hacen los sacerdotes y participan en el pan de la eucaristía los que están preparados para recibirla; se observa mucha asistencia y participación, tras haber permanecido los templos cerrados por contingencia sanitaria, y aunque poco a poco se fue permitiendo la asistencia de personas, según las indicaciones de las autoridades; muchas personas se quedaban afuera porque había escasa celebraciones.

Hoy, con el semáforo en verde y con la mayoría de la población vacunada ya se nota más apertura de entrada de fieles a la celebración eucarística dominical, aunque claro, se siguen implementando las debidas precauciones como el uso del cubrebocas y la aplicación de alcohol en gel.

El día de la madre recién pasó y por tal motivo el padre Jorge Juárez, tras culminar una de sus misas en la Parroquia Antigua, invitó a las mamás a acercarse al altar y les dió la bendición, un gesto que agradecieron en demasía.

Retomar las actividades genera sin duda contento en la población y aunque aún se sienten los estragos que dejara la pandemia, es evidente que poco a poco avanzamos y retomamos las actividades diarias, pero sobre todo, se siente calma y paz, de haber superado esta crisis mundial.