Desde distintos puntos de la República Mexicana e incluso de otros países, miles de peregrinos hacen la tradicional visita al Señor del Hospital en este Jueves Santo y al llegar al Santuario, son recibidos con pequeños refrigerios.
Los grupos parroquiales del Señor del Hospital estuvieron instalados desde muy temprano este Jueves Santo en la explanada del Santuario para ofrecer a los peregrinos diferentes aperitivos tras su largo andar.
Café, galletas, pan o té; eran algunos de los aperitivos que amablemente ofrecían a todo aquel que se acercara.
Y es que la caminata fue larga y extenuante y muchos llegaban a dormir a las afueras del templo, pero podían llevarse algo al estómago gracias a la generosidad de estos grupos parroquiales, los cuales no tenían costo alguno.
No cabe duda que este tipo de acontecimientos llena el alma no solo de la ciudad, de volver a vivir sus celebraciones Santas; sino de aquellos que participan de ellas y reciben la atención y cariño que solo el pueblo salmantino puede ofrecer.