La oficina de la ONU para los Derechos Humanos se ha mostrado «profundamente preocupada» por la inminente amputación de dedos de ocho hombres condenados en Irán por robo y ha instado a las autoridades iraníes a no llevar a cabo estos castigos.
La Justicia iraní condenó a estos ocho hombres a la amputación de cuatro dedos de su mano derecha, «de tal forma que sólo les queden la palma de la mano y los pulgares». La ONU prevé su próximo traslado a una cárcel de Teherán que cuenta desde hace poco con una guillotina especialmente diseñada para este tipo de cortes y que ya se habría usado a finales de mayo con otro preso.
La portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha emplazado en un comunicado a las autoridades de Irán a «revisar urgentemente» sus leyes para no aplicar castigos físicos como la flagelación o la lapidación y cumplir así con las convenciones internacionales.
Las organizaciones de la sociedad civil estiman que al menos 237 personas fueron condenadas a sufrir amputaciones entre enero del año 2000 y septiembre de 2020, en su mayoría ciudadanos sin recursos. Las sentencias llegaron a aplicarse en al menos 129 de estos casos.
