Uno de los problemas más preocupantes que atañe a nuestra bella Salamanca (y a muchos lugares alrededor del mundo) es la gran cantidad de basura que se genera diariamente; provocando con ello la degradación de nuestro ambiente; mismo que comprende nuestro suelo, nuestros mantos acuíferos, nuestro aire.
Con la llegada de la pandemia la crisis por la basura ha aumentado, por el alto consumo de productos como cubrebocas, envases vacíos de alcohol en gel, caretas, guantes de látex, etcétera.
Y es que muchos empacaban con doble bolsa las mascarillas, previas a desecharlas y eso provocó que los porcentajes del uso del cartón, plásticos y otros materiales de un solo uso se incrementaran de forma considerable.
Cabe señalar que al inicio de este 2022 la administración tuvo que lidiar con el gran problema de recolección de basura con muy pocas y antiguas unidades y aunque hoy día se va ganando terreno en cuanto a llevar a cabo esta labor de forma ordenada, sigue siendo responsabilidad de todos no tirar basura en cualquier lugar, mantener limpio nuestro entorno y respetar los horarios del camión recolector.
Otro factor que ha perjudicado enormemente es que frutas, verduras y otro tipo de alimentos que antes se compraban a granel ahora tienen una protección plástica o de cartón, que es muy común ver en tiendas de autoservicio.
La situación de alerta es que el 96% de los desechos se van al relleno sanitario, para después de un determinado proceso formar parte del ecosistema, no obstante, a la larga es un sistema que no se explota en su totalidad.
Recientemente el alcalde de Salamanca César Prieto, expuso precisamente que el municipio necesita una nueva celda en el relleno sanitario, ya que su capacidad se encuentra a tope y aunque dijo, aún no se considera crear uno nuevo sino alargar la vida del existente, es evidente que el problema de la generación de residuos sólidos está saturando a la ciudad.
Actualmente existen diversas campañas y recomendaciones para menguar el consumo de desechos per cápita; como el uso de bolsas reutilizables y no las plásticas, evitar consumir productos desechables, reducir el desperdicio alimentario, elaborar compostaje doméstico y por supuesto que separar la basura y reciclar.
Una persona genera al día más de un kilo de basura, sin embargo, previo a la pandemia producía, en promedio, medio kilo, es decir, la emergencia sanitaria triplicó la generación de basura.
Debemos sentirnos afortunados de vivir en un municipio privilegiado, ya que es una de las principales ciudades del corredor industrial, porque su ubicación es única, al colindar con 10 municipios y encontrarse en el centro de la República Mexicana; provocando con ello el fácil acceso a cualquier sitio del país; además de la calidez de su gente y su basta gastronomía, por ello es tan necesario cuidar esta ciudad, su gente, sus tradiciones y por supuesto que reducir el consumo de basura es algo que beneficiaría a toda la ciudad y sus habitantes.
Es evidente que más allá de la imposición de normas, que dicho sea de paso ya existen en el país; es necesario un trabajo conjunto entre las empresas privadad, las instituciones públicas, las autoridades y la comunidad salmantina para tratar de cumplir al máximo posible, la generación de Basura Cero, antes que sea demasiado tarde.