El señor Martín denunció que experimentó maltrato en la tienda Aurrera ubicada en el bulevar Faja de Oro, esquina con la calle Obregón, cuando acudió a hacer su compra de despensa. Según él, fue falsamente acusado de hurto y tratado de manera grosera y despectiva.
Asegura que, antes de efectuar el pago, simplemente se acercó a ver ropa y tomó algunos dulces en la fila de cajas, motivo por el cual no comprende por qué fue detenido.
Martín relató que los hechos ocurrieron después de terminar sus compras, cuando intentaba salir de la tienda y fue abordado por el personal de vigilancia que lo revisó sin explicarle nada, incluso asegura que intentaron jalonearlo.
Al preguntar sobre la acusación, solo le dijeron que se le revisaba por actitud sospechosa, sin especificar el motivo, a lo que Martín, avergonzado por la cantidad de personas presentes, accedió.
Después de mostrar sus pertenencias y quitarse la ropa, el personal de vigilancia notó que no tenía nada oculto. No obstante, Martín, quien padece de una hernia, menciona que los vigilantes pidieron revisarlo de nuevo, generando un momento embarazoso.
A pesar de comprobar que no escondía nada, el personal continuó con actitud prepotente y nunca ofreció una disculpa por los hechos.
Debido a esta experiencia, Martín afirmó que tomará las acciones correspondientes para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir. Considera inaceptable la falta de atención del gerente, quien tampoco se disculpó por lo sucedido, lo cual resulta molesto e incómodo para los consumidores.