La actual crisis que se encuentra atravesando el Estado de Guanajuato, no se desaparecerá si solo se siguen maquillando cifras, este problema no se va a solucionar mientras que el Gobierno Estatal siga poniendo trabas a las madres buscadoras.
“Duele, duele el rostro de cada uno de los desaparecidos que se hicieron presentes, el grito de sus nombres, los detalles de muchos que nadie reclama, nadie protesta, pero no pueden quedarse en el olvido estas desapariciones, tiene un profundo impacto en la vida de quienes buscan a las víctimas, la incertidumbre sobre el paradero de un amigo o de un ser querido causa una gran angustia psicológica, se le debe poner fin a este sufrimiento”, puntualizó el obispo.
De acuerdo con el obispo de Irapuato Enrique Díaz Díaz, mientras exista el dolor de alguna persona por la desaparición de un ser querido, este problema seguirá siendo real, el prelado mencionó que el pasado miércoles 30 de agosto salieron a las calles cientos de irapuatenses, para exigir justicia y apoyo pues no han tenido respuestas claras por parte de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, actualmente
“Poner fin a este sufrimiento no es negando las desapariciones, no es poniendo obstáculos a los buscadoras y a las buscadoras, no es negando la realidad como vamos a encontrar soluciones, sino es asumiendo esta realidad que nos duele, aportemos cada uno de nosotros al menos con la solidaridad con quienes hacen el trabajo de búsqueda y siguen ese camino doloroso de búsqueda de quienes han desaparecido, nuestra cercanía, nuestro dolor, nuestro cariño para estas personas que están en la búsqueda”, finalizó.
El obispo puntualizó que realizar un censo oficial de una u otra dependencia no ayuda de nada si es para disfrazar las cifras, para negar lo que pasa no tendrá ningún efecto, pues el problema es tangible en el Estado de Guanajuato.