Enfermeros del Hospital General de Irapuato han alzado su voz para denunciar un ambiente laboral insostenible marcado por el acoso laboral. Desde la llegada del titular de la jefatura de enfermería hace tres años, el entorno de trabajo se ha vuelto incómodo y hostil.
Las acusaciones incluyen un presunto hostigamiento laboral por parte del jefe, quien obliga a los enfermeros a trabajar jornadas extras sin compensación, respaldado por amenazas de no renovar contratos. Los trabajadores lo describen como una figura prepotente que responde de manera despectiva ante solicitudes legítimas, como permisos para atender asuntos familiares.
El desorden en la gestión del material y herramientas de curación en la zona de emergencia ha llevado a los enfermeros a correr a otras áreas en busca de equipos necesarios para la atención de pacientes en estado crítico. Además, los trabajadores de la salud han señalado que estas acusaciones han sido presentadas ante el sindicato, aunque hasta ahora no se han visto resultados, lo que ha generado miedo a represalias laborales y los ha llevado a hablar bajo anonimato.
El jefe también ha sido acusado de revisar las cámaras de videovigilancia para espiar a los enfermeros y luego chantajearlos. Se espera que la Secretaría de Salud del Estado tome medidas inmediatas para abordar este acoso laboral y restablecer un ambiente de trabajo saludable, ya que esto es esencial para brindar un servicio de calidad.