El nuevo director de Fiscalización de Irapuato, Julio González Borja lleva alrededor de dos semanas de haber tomado su cargo y ya ha intervenido en cuatro fiestas, supuestamente por ruido excesivo, situación que ha generado molestia en los participantes de las reuniones.
Al parecer la molestia que se ha generado entre los organizadores de fiestas y la dirección de Fiscalización se ha debido a que no se ha tenido la comunicación correcta, es decir de acuerdo con Fiscalización no se ha tenido el acercamiento con los propietarios de estas salones o sedes en donde se han realizado las mencionadas fiestas, para que se estén al tanto y posteriormente realicen el trámite correspondiente para que dicha dirección no asista y pare la reunión.
Irapuatenses aseguran que ya no se puede ni tener convivencia familiar en algún salón o establecimiento porque andan dando rondines y haciendo revisiones por cualquier cosa con el pretexto de que se encuentran checando algunas situaciones por seguridad pues «la fiesta no se vaya a salir de control», esta situación ha comenzado a generar molestias en los habitantes de Irapuato pues comentan una cosa es que hagan su trabajo y otra ya que quieran sacar partido de cualquier situación.