La dirección de Cultura todos los días coloca un recipiente con agua para los perritos que los visitan de vez en cuando en la calle Leona Vicario, así como la maestra de canto que constantemente les deja croquetas a las afueras del acceso.
En Salamanca existe una gran cantidad de personas que tienen un gran amor por los animales, en esta ocasión algunos maestros talleristas integrantes de la Casa de la Cultura son los que realizan esta buena acción que sin duda alguna habla muy bien de ellos como seres humanos.
Esta podría ser una buena iniciativa para que todos los edificios públicos colocaran agua y alimento en su fachada para que los peluditos que viven en las calles del municipio puedan encontrar un descaso, alimentarse e hidratarse, tener empatía con los animales habla mucho de la educación y valores que fueron forjados desde la niñez de los hoy adultos en la localidad, entidad y en general.