En Salamanca, el consumo de tabaco en menores es una acción que se observa con frecuencia, pues lo realizan ya sea por convivencia social, curiosidad o gusto.
En este sentido, hay quienes comentan que se debe al ejemplo familiar con el que viven, pues al tratarse de alguien cercano, el consumo se vuelve aún más sencillo y lo vuelve una incógnita que los hace adentrarse a la ingesta de tabaco.
Hay quienes argumentan que, fue por gusto que comenzaron a fumar tabaco, pero no lo hacen de manera dependiente, sino de forma periódica.
Algunos jóvenes comentan encontrarse en un círculo social donde hay quienes fumen, pero no les llama la atención hacerlo debido a factores como el olor que emite y deja en la ropa, además de que conocen cuáles son los riesgos de su consumo.
Aseguran que, pese a que no fuman diariamente, gastan un aproximado de $850 al mes, aproximadamente 12 a 13 cajetillas, tratándose de 240 cigarros en el mismo periodo de tiempo.
El consumo de tabaco deja grandes estragos de salud, tal es el caso de una joven salmantina, quien asegura que a pesar de que no se ha comprobado que su enfermedad haya sido causada por el tabaco, en realidad si se la atribuyen.
Por otra parte, un salmantino, asegura que dejó de fumar cigarro durante 6 años, pero que el estrés de la vida cotidiana lo llevó a volver a consumirlo.
La Organización Mundial de la Salud estableció que cada 30 de mayo sea conmemorado el ‘Día Mundial Sin Tabaco’, con el objetivo de crear consciencia sobre los efectos negativos que trae consigo su consumo.
En Salamanca, por lo menos 7 de cada 10 jóvenes de entre los 15 y 19 años han probado el tabaco, de los cuales por lo menos 3 lo tomaron como un hábito.
Por ello, es sumamente importante crear consciencia, sobre todo en los menores, de que fumar es nocivo no solo para el consumidor, sino para las personas de su entorno.