A principios de cada año, posterior a la fecha del Día de Reyes, salmantinos de todas las edades acuden a las agrupaciones organizadoras de los viacrucis con el objetivo de integrarse y formar parte de cada una de las presentaciones religiosas que se realizan durante el mes de abril.
Al integrarse, niños, jóvenes y personas adultas lo hacen por una gran variedad de motivaciones, curiosidad o bien por el gusto de realizarlo, tal es el caso de Oscar Caudillo, quien fue previamente invitado por sus amigos, mismos que lo incentivaron a formar parte y se encargará de darle vida al apóstol Tomás y además, dentro del recorrido hace su participación como Longinos, aquel responsable de ajusticiar a Jesús.
Por otra parte, también los jóvenes han decidido integrarse por diversos motivos, como Paul Figueroa quien realiza su papel como uno de los ladrones, que si bien, desde su infancia ha participado en el evento, en esta ocasión lo realiza por una manda en nombre de uno de sus amigos, quien desafortunadamente ya no se encuentra con vida.
Al mismo tiempo, Francisco, un joven de 19 años de edad, se encuentra participando por primera vez en dicha conmemoración religiosa, donde asegura formar parte como ladrón, un personaje que recibe diversos golpes durante todo el recorrido, debido a esto, asegura que para su familia fue una decisión complicada de digerir debido al papel que interpretaría, pero aún así, asegura recibir todo el apoyo por parte de su madre.
Para Jonathan Rivera Mendoza la situación fue diferente, pues será quien dará vida a Jesus dentro de las representaciones y recorridos que realizará el Grupo Santa María de Nativitas al que pertenece, asegura que es el primer año en el que se integra al grupo, pues siempre había formado parte del público espectador, pero fue su curiosidad y las ganas de agradecerle a Dios por el apoyo que le ha brindado, asegurando que no se trata de una manda, sino simplemente con la finalidad de dar las gracias.
Debido al papel que le tocará interpretar, asegura que su esposa y sus hijas le cuestionaron si se sentía seguro de poder darle vida a dicho personaje, ya que afirma, los golpes y azotes que reciben durante el viacrucis son reales y causan dolor a quien participa.
En este sentido, los participantes se sienten nerviosos, contentos y al mismo tiempo con adrenalina pues esperan que el día de la representación llegue para poder cumplir con aquellas mandas, promesas o con el objetivo de quitarse dudas o curiosidades que los mantienen intrigados durante los ensayos.