Cuando existe daño hepático, estas sustancias tóxicas se acumulan provocando daño en el sistema nervioso.

Se estima que aproximadamente el 40% de personas con cirrosis hepática presentan encefalopatía hepática.

Los síntomas de esta afección dependen del tipo de estadío en el que se encuentre el paciente:

  • Grado 1.- trastorno leve de la conciencia, euforia o ansiedad, disminución de la atención y/o dificultad para realizar sumas simples.
  • Grado 2.- letargo, apatía, desorientación temporal y/o espacial, cambios leves de la personalidad, comportamiento inapropiado y/o dificultad para realizar restas simples.
  • Grado 3.-somnolencia, desorientación intensa y confusión.
  • Grado 4.- Coma.

El tratamiento para esta enfermedad depende del grado de encefalopatía que se presente, en muchos casos es necesaria la administración de lactulosa para evitar que las bacterias intestinales produzcan amoniaco además de antibióticos.