La LM también tiene beneficios para la madre, ya que reduce el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades.
La Lactancia Materna (LM) es esencial en los primeros mil días de vida al proveer todos los nutrientes y energía que las niñas y niños requieren en los primeros seis meses, además de continuar aportando beneficios para el resto de su vida.
La leche materna fortalece el sistema inmune, mejora significativamente la supervivencia neonatal, reduce el riesgo de obesidad en la infancia y enfermedades crónicas en la vida adulta, además favorece el desarrollo cognitivo y la inteligencia.
La LM también tiene beneficios para la madre, ya que reduce el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades.
Las mujeres que amamantan de forma exclusiva tienen 28 por ciento menor riesgo de desarrollar cáncer de mama en comparación con quienes nunca amamantaron. También disminuye la posibilidad de padecer hipertensión, infarto al miocardio, cáncer de ovario y de endometrio, y depresión postparto.
La lactancia materna también impacta en el cuidado del medio ambiente, debido a que ahorra energía en comparación con la producción, envasado y distribución de sucedáneos de la leche materna (SLM), reduce el desperdicio de envases y evita la deforestación, entre otros.
Los SLM aumentan el riesgo de infecciones gastrointestinales por mala preparación de la leche, empleo de agua no adecuada para consumo humano, deficiente higiene de los biberones y utensilios para su preparación. Esto ocasiona, diarreas frecuentes y deshidratación que a largo plazo desencadenan un cuadro de desnutrición u otras complicaciones.
La sustitución de la lactancia materna con fórmula láctea desvía importantes recursos económicos de la familia, y en ocasiones no se pueden cubrir si se considera que el gasto es por lo menos durante el primer año, lo que puede llevar a malas prácticas en la alimentación.
Por otro lado, las fórmulas lácteas no igualan la calidad nutricional de la leche materna; además de que no aporta elementos inmunológicos para la protección de la niña o el niño, como sí lo hace la leche materna. También aumenta el riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad en la infancia y en la edad adulta.
En los primeros años de la vida se forman, desarrollan y maduran los diferentes órganos; la persona alcanza la mayor tasa de crecimiento físico y cerebral y adquiere grandes habilidades motoras, sensoriales y de lenguaje. En esta etapa también se adquieren hábitos de alimentación que inciden directamente en los procesos de crecimiento y desarrollo.
El adecuado control prenatal contribuye a evitar las muertes maternas, evitar partos pre-término y complicaciones posteriores. La importancia de las pruebas de tamizaje para identificar de manera oportuna alguna enfermedad e iniciar tratamiento para mejorar tanto el pronóstico como la calidad de vida de la persona. La Prueba de Evaluación del Desarrollo Infantil (EDI) es una herramienta útil para la detección oportuna de problemas del desarrollo.