Este martes Santo se vivió la Solemnidad del 463 Aniversario del Señor del Hospital en Salamanca.

Un día, uno de los pobladores tuvo un sueño, en el que Jesús le pidió que llevara la imagen a otros lugares y al despertar la vería clavada en el piso, como señal de que ese sería su hogar. Así lo hizo el devoto, quien fue perseguido por habitantes de Jilotepec que consideraban suya la imagen. Una noche al saberse perseguido de cerca, el hombre escondió la imagen y se separó de ella, al día siguiente se encontró con un Cristo completamente negro; gracias a este milagro, no pudo ser hallado en la oscuridad de la noche.

Con esa señal de que la imagen quería seguir su camino, el hombre continuó, hasta que en Salamanca fue colocado en el altar mayor que ahora conocemos como el Santuario Diocesano del Señor del Hospital. Colosal fue la sorpresa al ver un Martes Santo, la imagen del Cristo Negro clavada en la tierra, tal como lo solicitó Jesús en aquel sueño. De esta manera se tuvo la certeza de que el Hijo de Dios había decidido quedarse en Salamanca, para bendecir a todos los creyentes desde el recinto que hoy es visitado por miles de fieles que recorren kilómetros para tener un dulce encuentro.

En este día se tuvo en primera instancia a las 10:30 horas el recorrido de la imagen del Cristo Negro por la zona centro del municipio, partiendo de uno de los accesos al Santuario Diocesano Señor del Hospital en el andador Revolución, posteriormente dando vuelta a la calle Obregón, girando en calle Juárez y finalizando ingresando por la entrada principal al  mencionado Santuario.

A las 12:00 horas se contó con la misa solemne presidida por el Señor Obispo de Irapuato Enrique Díaz Díaz, acompañado por  los Padres Roberto Landa, Jesús Sandoval y el Monseñor Gerardo Velázquez, contando con la asistencia de cientos de salmantinos y visitantes en general, quienes asistieron para agradecer por los favor concedidos, agradecer por la salud, el trabajo, la familia y el amor.

A las 19:30 horas se contó con una verbena para cerrar con broche de oro este 463 aniversario desde la llegada del Cristo Negro a Salamanca, por último el Monseñor Gerardo Velázquez mandó bendiciones para nuestra comunidad y las que nos rodean.