La vida puede cambiar de un día para otro, y muchos no están preparados para enfrentar las complicaciones de salud que aparecen sin aviso. Para algunos, como el señor Juan Manuel Amézquita Moreno, el desafío es más grande de lo que alguna vez imaginaron. Pero personas como él nos enseñan que, incluso cuando el ánimo parece desmoronarse, levantarse y seguir adelante es la única opción.
Don Manuel fue uno de los beneficiarios de un programa del DIF Salamanca, que recientemente entregó 120 sillas de ruedas, 40 andadores con asiento, 32 bastones, 2 bastones blancos y 1 silla de ruedas PCI. Su historia es conmovedora. Una bacteria le causó severas complicaciones de salud, y este año fue necesario amputarle ambas piernas. El panorama era desolador. Sin embargo, recibir una silla de ruedas le dio a él y a su familia un motivo para recuperar fuerzas. Hoy, su espíritu se llena de fe en un futuro mejor.
La señora Gloria enfrenta su propio desafío: el dolor constante en sus rodillas que, en muchas ocasiones, le impide caminar. Una cirugía parece inevitable, pero los altos precios de una silla de ruedas en el mercado habían hecho de esta opción un sueño lejano. Gracias al programa del DIF, Gloria recibió una silla que no solo la impulsa a seguir adelante, sino que le brinda tranquilidad al saber que, de ser necesaria la cirugía, esta será una herramienta clave en su recuperación.
Por su parte, doña Juana González también padece de dolores severos en las rodillas. Como beneficiaria de un andador, este aparato se ha convertido en algo más que un simple artículo de PRIMERA NECESIDAD; para ella es un símbolo de lucha y perseverancia. Doña Juana es comerciante, y ahora, gracias a su nuevo andador, puede seguir trabajando con más comodidad y sin las limitaciones del dolor. «Es como tener una segunda oportunidad para seguir en la carrera», afirma con una sonrisa.
Muchos salmantinos enfrentan situaciones difíciles. Como comenta la señora Juanita, la recomendación es acercarse a las autoridades, al DIF, o incluso seguir las redes sociales del municipio para estar al tanto de los programas y apoyos disponibles. Desde medicamentos hasta despensas y cobijas, estos recursos no solo mejoran la calidad de vida, sino que a menudo se convierten en la chispa de esperanza que muchos necesitan para seguir adelante. A veces, un gesto pequeño puede marcar una gran diferencia y ser el impulso necesario para una vida mejor.