Un incidente de agresión racial ocurrió en el fútbol femenino durante el partido entre River Plate de Argentina y Gremio de Brasil, correspondiente a las semifinales de la Brazil Ladies Cup.
El River Plate fue suspendido por dos años tras acusaciones de racismo. La situación se desató cuando Candela Díaz, jugadora de River Plate, realizó un gesto racista hacia un recoge balones, lo que provocó la retirada del equipo de Gremio del campo.
Posteriormente, varias jugadoras de River Plate agredieron físicamente a las futbolistas brasileñas, generando una pelea que fue controlada por el cuerpo técnico y jugadores. El árbitro sancionó a seis jugadoras del River Plate.
La entrenadora de Gremio, Thaissan Passos, comentó que sus jugadoras informaron que fueron llamadas «monos» por las futbolistas del River. Passos expresó su indignación, cuestionando por cuánto más se tolerará el racismo en el fútbol.