En comparación con el año pasado, la tarifa base para los taxistas en Salamanca pasó de los 50 a los 60 pesos, según señaló don Ernesto Cervantes, conductor de taxi desde hace 40 años, quien subrayó que a pesar de que existe esta medida, es el operador quien debe utilizar su criterio para cobrar una tarifa “justa” que no afecte ni al trabajador, ni a los pasajeros.
Expresó que para él es imperativo brindar un buen servicio además de pensar en la economía de sus clientes, sin embargo, los altos costos en el combustible vuelven imposible que no se considere un incremento por lo que también solicitó la comprensión de los usuarios.
Es importante recalcar que este servicio no cuenta con tarifas reguladas por el estado, desde el 2002; algo que provoca que los costos sean variables aunque se trate de la misma distancia y por ende genera inconformidad en la ciudadanía que solicita esta situación se reglamente para que no existan variaciones tan marcadas.
Si bien existen operadores como don Ernesto que intentan no cobrar excesivamente, a decir de la ciudadanía otros no tienen tanta empatía y en algunas distancias que rondan los 80 pesos, otros pueden cobrar más de 100, afectando así la economía de la población.
Según representantes de líneas de taxi, el monto mínimo aplica hasta 5 kilómetros y a partir de esta distancia el cobro de excedente es de 18 pesos por kilómetro, no obstante, al final es el operador quien decide la cantidad que cobra y no siempre es la adecuada, o al menos es lo que la ciudadanía refiere.