La organización Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío (CRUB) señaló que, hasta el momento, no han recibido apoyo por parte de las autoridades estatales y federales respecto a los anexos ubicados en el estado de Guanajuato. Al tratarse de un blanco fácil, algunos de estos han tenido que cerrar sus puertas ante la ola de violencia que enfrentan.
Según lo compartido, hasta ahora se contempla que al menos 10 anexos ubicados en la ciudad de Salamanca han cerrado sus puertas tras lo ocurrido el pasado 1 de octubre, cuando el centro de rehabilitación CRAD fue atacado, dejando como saldo cinco personas sin vida, algunos lesionados y varios desaparecidos.
En este contexto, el CRUB señaló que han confirmado que varios de los cuerpos encontrados en distintos puntos de la ciudad después del fatídico ataque correspondían a internos del anexo; sin embargo, algunos otros permanecen en calidad de desaparecidos y no se ha podido dar con su paradero.
Al respecto, pidieron apoyo de los diferentes niveles de gobierno para crear políticas públicas que les permitan erradicar el consumo de estupefacientes, pues, según sus registros, actualmente su organización atiende a aproximadamente 17,000 personas en el estado.
Los centros de rehabilitación, destacan, son importantes porque ofrecen espacios que permiten a las personas redimirse y evitar el consumo de sustancias nocivas para la salud, contribuyendo así a prevenir problemas de salud pública y violencia que no solo afectan a los consumidores, sino a toda la población.
Las autoridades locales señalaron que, si bien se entiende que se trata de lugares que buscan un beneficio para los afectados, no se tolerará la operación de centros irregulares. Por ello, siguen invitándolos a regularizarse y piden a las familias investigar bien los sitios donde dejarán a sus hijos o familiares.