A pesar de la detención de dos individuos señalados como presuntos responsables de las explosiones ocurridas en Jerécuaro y Acámbaro, los ciudadanos continúan experimentando un clima de miedo que les impide realizar sus actividades cotidianas.
La situación es especialmente preocupante para los comerciantes, quienes, además de temer por su seguridad, enfrentan el desafío de recuperar negocios que sufrieron daños significativos en sus instalaciones.
Aunque las autoridades han anunciado que proporcionarán apoyo económico a los afectados para la reparación de sus locales comerciales, muchos de ellos dudan en reabrir. La incertidumbre persiste, y el temor a nuevas situaciones de riesgo los mantiene en alerta.
Particularmente preocupante es el caso del inmueble catalogado por el INAH en Jerécuaro, que sufrirá un retraso considerable en su restauración. Esto se debe a que se requiere la elaboración de un proyecto completo para abordar las severas afectaciones que lo han dejado prácticamente inutilizable.
A pesar de los compromisos anunciados por las autoridades estatales, aún no se ha especificado una fecha exacta para la entrega de estos apoyos, lo que incrementa la ansiedad entre los afectados.
Fotografía: VPF