Un caso que pudo marcar un precedente histórico en la lucha contra la violencia sexual digital quedó en la impunidad. Diego, exestudiante del IPN, quien utilizó inteligencia artificial para crear y distribuir imágenes y videos pornográficos de más de 166,000 archivos, fue absuelto por el juez Francisco Salazar Silva. La razón: supuesta falta de pruebas para demostrar su culpabilidad.
EL CASO QUE SACUDIÓ AL IPN
Diego elaboraba contenido pornográfico falso y real de al menos 40% de jóvenes estudiantes del Politécnico Nacional, con edades entre 17 y 25 años, que terminaban en una red de venta en Telegram. Este delito fue denunciado el 6 de octubre de 2023 por sus compañeras, con el acompañamiento de Olimpia Coral Melo, reconocida activista contra la violencia digital.
De las ocho mujeres que alzaron la voz, solo dos han podido llevar su caso a tribunales. Una tercera víctima está a la espera de su audiencia inicial programada para el 9 de diciembre, mientras que las otras cinco carpetas siguen pendientes en el Ministerio Público.
IMPUNIDAD Y RETROCESO EN JUSTICIA DIGITAL
El fallo judicial no solo ha causado indignación entre las víctimas, sino que también evidencia la falta de preparación de las autoridades para investigar delitos digitales, especialmente aquellos cometidos con herramientas tecnológicas avanzadas como la inteligencia artificial.
“Desde la pandemia, estos crímenes han aumentado y se han sofisticado, mientras que las fiscalías y los sistemas de justicia no avanzan al mismo ritmo. Este fallo es una deuda más para las mujeres en México”, señalaron desde el colectivo Las Brujas del Mar.
LA LUCHA CONTINÚA
Pese al fallo, las víctimas y activistas han anunciado que seguirán exigiendo justicia y promoviendo reformas para enfrentar la violencia digital. El caso de Diego pone sobre la mesa