Las autoridades municipales de Salamanca han confirmado que no se realizará ningún aumento al costo del pasaje del transporte público durante lo que resta del año. El análisis de este tema se postergará hasta la entrega-recepción de la próxima administración.

Para determinar una nueva tarifa, es necesario llevar a cabo estudios detallados en las zonas urbanas y suburbanas con rutas fijas. Sin embargo, las autoridades han señalado que la sesión con la Comisión Tarifaria Mixta, encargada de evaluar estos incrementos, no se ha realizado y probablemente no se llevará a cabo hasta después de la transición gubernamental.

Por su parte, los transportistas han manifestado su expectativa de que el costo del pasaje se incremente hasta los 12 pesos, una tarifa que ya se observa en ciudades vecinas como Irapuato, Celaya y León. Argumentan que Salamanca ha quedado rezagada en comparación con otros municipios, tanto en el costo del servicio como en la calidad y cantidad de las unidades disponibles.

Este rezago, aseguran, ha dificultado la renovación de los vehículos, lo que impacta directamente en la calidad del servicio. Los costos asociados a la operación de las unidades, como el combustible y el mantenimiento, siguen siendo elevados, lo que agrava la situación.

En 2021, el costo del pasaje en Salamanca subió a 10 pesos, y desde entonces no ha habido ningún ajuste. Aunque ese incremento fue implementado en ese año, no se oficializó hasta noviembre de 2023, lo que ha generado incertidumbre entre los concesionarios, quienes esperan una revisión pronta y justa de las tarifas.

Actualmente, Salamanca cuenta con 40 rutas urbanas y suburbanas operadas por un total de 250 unidades, aunque hay 450 registradas oficialmente. La disminución en la cantidad de vehículos en circulación se originó durante la pandemia, cuando la demanda del servicio disminuyó drásticamente. Aún queda pendiente la regularización de las unidades registradas y su reintroducción al servicio público.